Si de algo está seguro el ingeniero Pedro Reyes, doctor en Estudios del Desarrollo y profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, es que medidas como la reciente devaluación del bolívar sí tendrán impacto en los bolsillos de todos los venezolanos, particularmente para los asalariados y aquellos que de alguna manera dependen de pagos eventuales para subsistir, con mayor incidencia en los comerciantes informales.
Sin embargo, difiere de la idea del Gobierno nacional de culpar a la especulación del impacto inflacionario desatado por la devaluación, cuando en realidad la especulación es producto del aumento de los precios.
“Inevitablemente los agentes económicos tienen que registrar costos mayores por causa de la inflación, mucho más en este momento porque la economía depende más de las importaciones, tanto de los productos de consumo final que son traídos de otros países como de la producción nacional que depende de la importación”, dijo.
El especialista considera que a estas alturas, incluso el Gobierno nacional se ha dado cuenta del pequeño papel que la especulación juega en el aumento de precios. Ya ha constatado en todas las veces que ha intentado contener la inflación, mediante el ataque a la especulación, cómo los precios siguen aumentando.
Aunque señala que es difícil prever cuánto será el índice inflacionario de este año, los efectos de la devaluación permiten a Reyes afirmar que será alrededor del 40%, más que el año pasado, pero considerando que el índice para principios de este año, antes de la devaluación, ya se ubicaba en 3%.
-¿Cómo se ve afectado el venezolano por el aumento del dólar en una economía que depende de la importación?
-Además del aumento de los precios, indudablemente la devaluación puede generar la persistencia del desabastecimiento que vivimos ahora. Sigue el esquema de control de cambio, que no ha demostrado ser lo suficientemente necesario para que las divisas sean oportunas. También está la acción de la Superintendencia de Costos, que también producirá un rezago en la autorización del aumento de los precios, y mientras esto se retrasa los empresarios producirán menos ante la imposibilidad de cubrir los costos. No es un pronóstico sino un hecho, y el gobierno tendrá cada vez más dificultades para replicar los niveles de importación que tiene para mantener satisfecha la oferta nacional, a menos que consiga el financiamiento que solicita a China. Por el momento, estamos en un cuadro de precios altos, con productos que no se consiguen, con un desabastecimiento que alimenta cada vez más la inflación.
-¿Esta es la oportunidad del Gobierno para abrirse al empresariado privado y buscar el fortalecimiento de la producción nacional?
-Sin lugar a dudas. La devaluación es un aspecto coyuntural, de un gran impacto que quizá no se sienta totalmente de inmediato sino en la medida en que pase el año porque la mayoría de las mercan-cías importadas serán pagadas a 4,30. Pero el problema a fondo de la economía del país es una crisis de producción, que obliga a los venezolanos a concentrarse para lograr que el país aumente su capacidad productiva. El asunto es que en los anuncios económicos realizados hasta ahora, y los que se deben realizar próximamente, no aparece nada sobre hacer un cambio radical en la economía del país. En el fondo lo que necesitamos no es sólo devaluación.
-¿Hacia dónde debe ser ese viraje de la economía?
-La política económica debe orientarse hacia la creación de incentivos para la producción nacional. Ir radicalmente en sentido opuesto a lo desarrollado hasta ahora por el Gobierno nacional que ha sido suplir las necesidades con la producción de los países a través de las importaciones, además de asumir la actividad económica nacional desde las expropiaciones de empresas, con lo cual el Estado ha demostrado no ser eficiente.
-¿Ha fallado el Estado como gran empresario del país?
-No sólo en eso ha fallado, sino también en su política de regalar con un gasto fiscal desmesurado, que no responde a las necesidades de las personas sino a las necesidades e intereses políticos del Gobierno. El ministro de Planificación, Jorge Giordani, lo reconoce cuando dice que no se puede seguir regalando ni subsidiando la gasolina, así como cuando dice que no se puede continuar con el gobierno rentista. Reconoce que se están equivocando, que se equivocó el presidente Chávez durante catorce años. Justamente lo que necesitamos es superar ese modelo rentista. Es una necesidad desde antes del actual gobierno y superar los problemas derivados de ella fue uno de los encargos que se le hizo al presidente Chávez en 1999, pero lo que hace el gobierno es acentuar la dependencia del petróleo. Ahora se pide un cambio radical hacia un modelo que genere confianza para las inversiones productivas, la generación de empleo, que nos permita hacer más eficiente el aprovechamiento de la economía petrolera y avanzar hacia la consolidación de una economía de base no petrolera, que a través de la sustitución de importaciones permita aliviar las presiones sobre las divisas venezolanas.
-¿La superación del rentismo y el subsidio puede comenzar por el aumento de los precios de la gasolina?
-Lo que pasa con la devaluación y el aumento de la gasolina, sobre si es o no necesario aplicar estas medidas, es un planteamiento para el cual antes debe concebirse el cambio de la política económica. No tiene sentido una devaluación ni un aumento de la gasolina si seguimos con la misma política económica. Lo que puede ocurrir es que esta devaluación de febrero pueda conducir a otra devaluación, probablemente mucho más temprano que tarde, tal vez en el segundo trimestre de este año, principios del próximo. Lo mismo puede decirse del aumento del precio de la gasolina, y hacer eso en el contexto económico actual es causar un sacrificio enorme y en vano en los ciudadanos más pobres. Además, los recursos que se pueden recaudar pueden ir al despilfarro, la corrupción, a cualquier parte menos a construir una base económica eficiente. Antes de tomar una decisión sobre el precio del combustible, el Estado debería empezar a construir y a dar los primeros pasos para una puesta en marcha de un sistema de transporte público masivo eficiente.
-¿Se justifica la devaluación?
-Una de las causas de la decisión de devaluar fue el enorme gasto fiscal del año pasado, pero ¿Qué pasó el año pasado? Pues hubo razones políticas para financiar la campaña electoral y no se puede seguir financiando esas actividades con dinero del Estado. Si los recursos que se levantarán este año con la devaluación van a tener el mismo destino, por las elecciones municipales de julio, y la presidencial que se pudiera dar, entonces no se habrá hecho nada para mejorar la situación de las divisas y volveremos a tener otra devaluación más temprano que tarde. Cualquier medida que se tome sin que haya un cambio en la economía, es un sacrificio innecesario e injusto para el bolsillo de los venezolanos.
Soluciones donde no se han buscado
El modelo económico con base no petrolera propuesto por Pedro Reyes, mediante el cual se puede diversificar la economía del país, contempla la atención hacia otras industrias productivas como la metalmecánica, la producción de ropa y calzado, además de la producción de alimentos.
Asimismo, el modelo no petrolero invita a la explotación del potencial turístico, cultural y recreativo de ciudades como Barquisimeto, donde se pueden desarrollar eventos internacionales como congresos y campeonatos deportivos.
-¿Qué ejemplos de América Latina puede tomar Venezuela para diversificar su economía?
-Colombia en la parte de textiles, sobre todo en la confección y diseño, porque los colombianos son muy competitivos en esta área, con ropa muy bonita que se puede comercializar muy bien. Podemos tomar esa experiencia en ese sector, y no sólo de Colombia sino de otros países como Perú y Ecuador, los cuales han creado las condiciones para que haya esa inversión de grandes y medianos capitales proclive a la generación de fuentes de trabajo. El cambio en materia económica pasa porque dejemos de ver al empresario y al capitalismo como algo maléfico contra lo que se debe luchar, cuando la verdad es que hay fórmulas en las cuales el capital puede instalarse para que los trabajadores y la sociedad salgan beneficiados.
Reyes urge a aprovechar la ocasión dada por los altos precios del petróleo, con una cotización por encima de los cien dólares, debido a que ya el país se encontraría en la última oportunidad para obtener grandes ingresos a través de la venta del petróleo, un producto que quizá se encuentre en sus últimos tiempos con sus precios a punto de caer. Ello debido a la voluntad de los países desarrollados de reducir su dependencia del petróleo, tanto del suministro que importan como al uso de este elemento como fuente de energía, con la búsqueda de sustitutos a sus derivados.