Sin tregua.
¿Oposición apátrida?
Macario González
Ahora este columnista cree que ni siquiera Pérez Jiménez fue tan entreguista de la soberanía nacional ante una potencia extranjera. Y es que un convenio como el que firmo en Septiembre el gobierno “revolucionario” de Chávez con China es peor que el de la entrega de nuestras riquezas mineras por allá en 1.954. Solo tiene comparación en nuestra historia con los que firmaba el también dictador Juan Vicente Gómez con las petroleras de EE UU hace unos 100 años atrás. Es una relación de entrega neocolonial. Aquel sátrapa al menos tenía una excusa: el país no tenia los profesionales calificados ni la experiencia, pero este gobierno entreguista de hoy no puede explicar haberle entregado a una transnacional de China el control de hacer nuestro mapa de riquezas mineras, incluyendo oro, diamantes, fosfatos, cobre, bauxita y otros rubros.
Quien lea los magníficos reportajes de la periodista Fabiola Zerpa de El Nacional (domingo 27 de enero y tres ediciones subsiguientes) analizando el convenio firmado por la transnacional de China con el gobierno venezolano – cuando había Presidente y antes de las elecciones del 7-O – encontrará lo siguiente: 352 chinos instalarán 27 campamentos en 12 estados del país para dirigir a 452 geólogos y técnicos venezolanos y serán dueños de todo durante 5 años. ¡Una tropa extranjera explorando y elaborando el mapa de dónde y en que volúmenes están nuestras riquezas mineras! Podrán hasta guardar los datos que deseen… ¡Y quién sabe qué más!
Ahora bien, es bien conocido que China, la nueva gran potencia de la economía mundial, repite en este siglo XXI el modelo que tenía el imperio Británico en el siglo XIX y principios del XX con la diferencia de la no ocupación militar del país. Este de China es el modelo neocolonial. Parecido al de EE UU de mediados del siglo pasado, controlando materias primas en África y América Latina. Los chinos no compran empresas ni invierten. Mucho menos en países con gobiernos desordenados como el de estas riberas del Arauca vibrador. Ellos amarran convenios para prestar dinero a cambio de materias primas o productos primarios: hierro y petróleo principalmente, para luego desarrollar con más fuerzas sus grandes empresas industriales. Por eso han sido denunciados por su actuación en África donde condenan a esos países a permanecer pobres y subdesarrollados pero ahora también en esta Venezuela entregada por una cúpula dominante que solo piensa en el poder para ellos, endeudar a la nación para mantener el flujo de caja del populismo y la corrupción, sin importarle la soberanía con la que tanto gargarismo hacen.
El silencio del chavismo sobre este caso es escandaloso. Entregar la elaboración del mapa de riquezas mineras a una potencia extranjera y a una empresa transnacional con interés en hacerse de materias primas en el planeta es un bochorno. ¿Ese es el precio a pagar por cuál deuda? ¡Nada podría justificar esa entrega de la soberanía nacional cual “república bananera” de inicio del siglo XX.
Pero hay otro detalle que agrava más este contrato anti nacional filmado por esta revolución majunche y apátrida: ese “mapa minero” ya fue elaborado por geólogos, ingenieros y técnicos venezolanos de CVG a mediados de los años 90. No dudamos que sea necesario actualizarlo, pero es obvio que en Venezuela tenemos la gente calificada para hacerlo. Claro que ahora hay avances tecnológicos para ir más a fondo que hace 20 años, pero nuestros geólogos son tan buenos como los de cualquier otro país. ¿Por qué entregarlo al extranjero? Eso fue lo que hizo Gómez con las petroleras gringas y británicas. Eso hizo Pérez Jiménez – a quien Chávez califico en alguna oportunidad de “mi general” – en 1.953 con la US Steel y la Bettelhein Steel. Desde la nación del hierro y el petróleo en 1.975 – 76 nunca más hubo contratos como éste que firma el gobierno dizque socialista. Eso es neocolonialismo.
Y como muy probablemente haya elecciones presidenciales en fecha próxima, se hace indispensable pensar en un nuevo gobierno con una dosis racionable de racionalismo. Si Chávez firmo un contrato tan anti nacional, imaginemos lo que harían tipos como Maduro o Cabello. Peor que peor, pues. No más entreguismo de nuestra soberanía. Ni la sumisión política a la gerontocracia cubana ni la sumisión neocolonial a ninguna potencia, sea ésta China, EE UU o Rusia. Con China vale la pena tener una relación importante de intercambio económico. Es bueno diversificar y combinar las ventajas del comercio y la inversión con empresas de China, Europa, EE UU, Japón o América Latina, pero colocando por delante el interés nacional, la soberanía y nuestro propio plan de desarrollo industrial. ¿Quiénes son los apátridas?
