Mensaje a la oposición
Ya era hora que alguien lo dijera, y que la dirigencia y la sociedad democrática reconocieran que en Venezuela sí hay quien se oponga al gobierno que tenemos.
El 23 de enero, hasta donde cubrieron los medios radioeléctricos independientes, la oposición social, política e institucional, difundió un trascendental manifiesto que, suponemos razonablemente, el país estaba esperando hacía mucho tiempo. En primer lugar porque su contenido y su intencionalidad, con lenguaje diáfano, sencillo pero contundente, resume lo que la gente siente y espera de quienes se oponen al régimen. Y en segundo término, porque se puntualiza sin complejos, que la oposición tiene cómo y con qué enfrentar la barbarie que pretende hacer de Venezuela el patio trasero de Cuba y del castrocomunismo.
Hasta aquí la oposición democrática venezolana se ha anotado un gran acierto. Pero de poco o nada serviría si confía que, a través de los medios de comunicación, dicho manifiesto llegue a todos los destinatarios involucrados en el compromiso expreso que se plasma en tal documento.
Será necesario reproducirlo, distribuirlo y explicarlo, de manera directa y con base a un trabajo organizado, en barrios y comunidades donde sólo oyen la prédica del gobierno. Recuérdese que en la mayoría de esos espacios poblacionales, con rarísimas excepciones, únicamente se ven, se leen y se escuchan los medios secuestrados por la “revolución”. Mientras la tarea política se pretenda justificar con declaraciones públicas, desde los ambientes climatizados citadinos, sin hablar de cara a cara con la gente, la oposición seguirá siendo oposición y la invasión castrocomunista avanzará y se consolidará.