Esa es la gran pregunta que tiene que responder el imitador chimbo de Hugo Chávez, disculpen, quise decir el Vicepresidente Nicolás Maduro. ¿Tenemos o no tenemos los reales?
La economía venezolana depende fundamentalmente del petróleo y de las importaciones. Gracias a los controles de precio, malas políticas públicas y una amenaza constante a la empresa privada, la producción nacional cada vez es más precaria. En consecuencia, cada día importamos más y producimos menos.
Después de las elecciones de Octubre la economía venezolana ha sufrido muchísimo. En los últimos 3 meses nuestro panorama es el siguiente: el dólar innombrable subió más del 100%, la inflación acumulada está por encima del 9% y la escasez de alimentos está por arriba del 20%. No hay amor a la revolución que aguante esta pela. No hay chavista, por más chavista que sea, al que no le golpee esta realidad en su bolsillo.
Los días que vienen nos darán una muestra de lo que viviremos los próximos meses. El gobierno tuvo que devaluar porque era necesario; la situación francamente era insostenible. Pero entendamos algo, la devaluación de la moneda es producto única y exclusivamente de malas políticas del Estado venezolano a pesar de que la cúpula roja, Chávez, Maduro, Giordani y compañía, quieran hacernos creer lo contrario. Los rojos están tratando como sea de evadir la responsabilidad del status quo. Maduro cada vez que puede habla de la especulación, de una guerra económica, de la burguesía importadora, es decir, en sus propias palabras, “pura paja”.
Son muy pocos los escenarios que no se plantean una elección presidencial este año. La incertidumbre sobre la salud del presidente aumenta cada día y ya vamos para 70 días tener ninguna fe de vida. Siendo esto así, volvemos a nuestra pregunta inicial: ¿Tenemos o no tenemos los reales? Los reales que necesitamos no son ni para la campaña ni pagos extraordinarios. Los reales los necesitamos para que nuestra economía de puertos siga avanzando. Los reales son para que haya comida en los hogares venezolanos.
No hay bien más caro que el que no se consiga. Todo venezolano sabe lo que es pagar “un poco más” por productos que no se encuentran con facilidad en los mercados. Esta situación con el tiempo se hace insostenible.
El gobierno debe y tiene que responder por lo que estamos viviendo. Eso quiere decir que Nicolás Maduro debe meterle el pecho a Venezuela y dejarse de actuaciones con oratoria balurda. La responsabilidad de cada decisión que tome el gobierno recae en él y en su equipo. No nos olvidemos de tener siempre eso presente.
Entonces Nicolás, responde pues: ¿Tenemos o no tenemos los reales? Mira que de no tenerlos perderás el agarre del coroto…
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