El economista y profesor de posgrado de la UCLA, Aníbal Peña Javitt, opina que el Fondo Monetario Internacional parece no conocer la situación económica de Venezuela, tras las declaraciones del vocero de ese organismo, Gerry Rice, quien calificó como un intento positivo a la devaluación del bolívar que decretó el gobierno venezolano, ya que podría ayudar a reducir los balances macroeconómicos del país.
Al respecto, Peña insistió que Venezuela no posee una economía diversificada y, en consecuencia, no es un país exportador, por lo cual la devaluación sólo beneficia a los ingresos petroleros, pero al mismo tiempo incrementa la inflación, afectando principalmente a las clases menos favorecidas de la sociedad venezolana.
“Si tuviéramos una economía realmente diversificada, que generara una amplia gama de productos, entonces sí podríamos decir que la devaluación sería beneficiosa, ya que seríamos más competitivos con nuestros productos en el exterior”, explicó.
En este sentido, Peña recordó que la economía venezolana es netamente importadora; así, cuando se implementa una devaluación, las importaciones se incrementan en relación a su precio, y como la industria del país requiere traer gran cantidad de insumos del exterior, la inflación inevitablemente aumenta.
“El Gobierno venezolano ha devaluado la moneda sólo para combatir el déficit fiscal, que actualmente representa el 15% del producto interno bruto (PIB), con mayores ingresos petroleros. De haber un verdadero aparato productivo, también se incrementarían los ingresos por concepto de exportaciones”, aclaró el economista.
Peña destacó que estas nuevas medidas tienen lugar justo cuando el precio del barril de petróleo venezolano se sitúa en un máximo histórico sin precedentes. Además, advirtió que con las políticas fiscales actuales, se ha puesto a circular una gran cantidad de dinero inorgánico, emitido por el Banco Central de Venezuela, lo cual incrementan la liquidez, mas no el poder adquisitivo. Argumentó que esto se conjuga con la cercanía de las elecciones a alcaldes, así como una posible elección presidencial.
“Con la devaluación, también se busca confiscar los ahorros de los venezolanos, porque con el dólar cotizado a 6,30 bolívares, los cupos en divisas que se tramitan por Cadivi para consumos en el exterior, envío de remesas y pagos por Internet, son 46,5% más caros, es decir, el poder adquisitivo, en estos casos, ya se redujo en 46,5%”, indicó, acotando que esto también se extiende a la compra de productos en el país, por el carácter importador de la economía nacional. “Actualmente la tasa de ahorro en los bancos venezolanos es de 12,5%, mientras que la inflación acumulada se ubica en 22,5%, esto significa que nuestra capacidad para ahorrar ha disminuido 10%”, destacó el catedrático.
Peña enfatizó la necesidad de permitir al sector privado ingresar al parque productivo del país, porque sólo de esa manera se generarían empleos de calidad, al contrario que en el sector público. “Otra medida imperativa, la cual estoy seguro que el gobierno actual no tomará, es disminuir el gasto público mediante una política fiscal apropiada”.
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