Las autoridades de Roma se preparan apresuradamente para la elección del nuevo Papa, consecutiva a la inédita renuncia de Benedicto XVI el lunes pasado, que congregará a miles de turistas y creyentes a partir de mediados de marzo.
«El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, ha creado un equipo especial que colaborará con el Vaticano para programar el recibimiento de turistas y peregrinos en la ciudad», informó Antonio Gazzellone, representante del alcalde para el turismo.
«Con frecuencia dejan sola a la ciudad en esas circunstancias, esperamos que las instituciones nos ayuden a administrar un evento tan importante», comentó.
La temporada turística se inició en enero con un aumento del 5% y las reservas de hoteles y vuelos se dispararon del 117%, según web Hoteles.
El cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI se iniciará a mediados de marzo en la Capilla Sixtina, entre el 15 al 19 de marzo, según el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombradi.
Se trata de la primera vez en siete siglos que se celebra un cónclave con el pontífice saliente en vida.
Pese a la ausencia de honras fúnebres multitudinarias, de misas de duelo y de un solemne entierro transmitido por las televisiones de todo el mundo, como el de Juan Pablo II en el 2005, la alcaldía de Roma espera la llegada de numerosos religiosos y turistas para asistir personalmente al evento.