Dinero generado por la producción petrolera
En Venezuela desde hace muchos años hemos vivido casi exclusivamente de la renta petrolera, el 95% de nuestros ingresos provienen del petróleo. El dinero que se ha ganado por esa vía no se ha invertido en desarrollo. Si se hubiera hecho esto tendríamos una prosperidad general, que se traduciría en mejor calidad de vida para la gente. En este momentovemos un país sumido en la pobreza y en el atraso en todos los órdenes. Percibimos que vivimos como si nuestro padre ganara mucho dinero y lo despilfarrara en la calle, sin percatarse de las necesidades de su familia.
Ahora, haciendo una reflexión sobre el petróleo, no podemos afirmar que es el responsable de nuestros males, sino que han sido los gerentes que hemos ubicado en Miraflores, los que han administrado incorrectamente la riqueza que ese mineral ha generado. Si se gasta más de lo que se gana se genera endeudamiento, eso se transforma en un déficit que requiere de mucho esfuerzo y energía para equilibrarlo. Esto ha sido una constante en nuestra economía. Si el endeudamiento no se hace para productividad, el dinero, sencillamente se evapora y es imposible tener ganancias.
Además, estos gerentes no han tenido la visión de desarrollo que todo planificador debe tener. Quien funge de presidente de un país debe demostrar competencias para el trabajo que se le ha encomendado ya que tendrá la responsabilidad de invertir correctamente todos los ingresos que tengamos por cualquier concepto. También, la visión de futuro y la capacidad para planificar el desarrollo. Un país es grande por su desarrollo y por el bienestar de la gente.
Si el dinero se invierte en educación e investigación dará sus frutos en ciencia y tecnología. El progreso también genera divisas, porque las patentes de inventos y tecnología se venden a los países que carecen de desarrollo científico. Vemos el ejemplo de las naciones con desarrollo donde los desequilibrios son escasos. Si nuestros gerentes no se percatan de esta situación y siguen importando tecnología, no saldremos del atraso que exhibimos. Además, nuestros recursos se evaporan por la corrupción y malas decisiones.
Por otro lado, la compra de armamento también es un desagüe de dinero, porque ¿para qué necesitamos adquirir armas si no nos estamos preparando para la guerra? Si los que se dedican a construir armas y armamento se dedicaran a investigar para hallar sustitutos de alimentos que escasean y así combatir la desnutrición infantil, la fertilidad de suelos desérticos, cultivos adecuados a cada región, cómo llevar agua a las comunidades que carecen de ella o a buscar la fórmula para educar a más niños, entonces se podría hablar de un planeta más armonioso.
Mientras se hable de guerras, mientras se hable en lenguaje bélico, las personas no obtendremos el título de humanos, ni siquiera de animales, sino de seres con capacidades inferiores que no nos merecemos poblar el planeta. Por lo tanto, cada país debe administrar sus riquezas para contribuir con la paz y el desarrollo de todos. Cuando comprendamos que somos una red unida por lazos que aunque no se perciben existen, entonces podremos avanzar en desarrollo. Lamentablemente Venezuela también ha caído en este juego de invertir los recursos de nuestra principal riqueza en la adquisición de armamento, cuando hay necesidades que son prioritarias como por ejemplo, brindar trabajo a la población, entre muchas otras.
Insistiendo en al caso de nuestro petróleo considero que se ha convertido en una especie de “pan de la vergüenza” porque vivimos de esa renta sin trabajar para agrandarla. No tuvimos que hacer nada para lograr este premio y por lo tanto, lo despilfarramos, como el dinero sucio, que nada nos cuesta. Debemos asumir que esa riqueza no le pertenece al Presidente de turno, ni a su partido político, sino de todos y cada uno de los venezolanos presentes y futuros.
Por ello deben rendirlo al máximo invirtiendo sabiamente de manera tal, que si alguna vez se llega a sustituir por otra fuente de energía o si se nos agota, tengamos progreso científico, tecnológico, agrícola, pecuario y minero para hacerle frente a las circunstancias que se nos presenten. Venezuela puede convertirse en ejemplo para el mundo, con nuestras riquezas y el talento de la gente, podríamos ser punteros en desarrollo, y no en desigualdades como estamos en este momento. Ahora, ¿cómo tienen la conciencia los gobernantes que usan el dinero producto de nuestro petróleo para beneficiar a un grupo de personas y se olvidan de los pobres a quienes también les pertenece esta riqueza?, ¿cómo los juzgarà el Creador cuando deban rendir cuentas?, ¿cómo miran a sus hijos y a sus nietos si les darán un país quebrado económicamente?
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