El presidente Barack Obama echó mano este martes de su gran capital político tras haber conseguido la reelección, para impulsar ante el Congreso una ambiciosa agenda tendiente a impulsar la economía, controlar la venta de armas y reformar el sistema migratorio.
En su mensaje del estado de la Unión, el mandatario se enfocó sobre todo en temas internos del país, pero también hizo anuncios en materia internacional como el fin de la guerra en Afganistán en 2014 y el inicio de negociaciones para una zona de libre comercio con Europa.
Apenas tres semanas después de haber asumido su segundo mandato de cuatro años el 20 de enero, el mensaje le sirvió a Obama para delinear las prioridades del gobierno en el contexto de una economía que aún puja por recuperarse de la peor crisis en décadas y un alto desempleo de 7,9%.
Ante una teleaudiencia de millones de estadounidenses, Obama dijo que la principal tarea del país es estabilizar su presupuesto, por lo que dijo que recortes del gasto de gran envergadura que entrarán en vigencia automáticamente el 1 de marzo son una «idea pésima».
«Esos recortes súbitos, graves y arbitrarios pondrían en peligro nuestra disponibilidad militar. Devastarían prioridades tales como la educación, la energía, y las investigaciones médicas. Definitivamente desacelerarían nuestra recuperación y nos costarían cientos de miles de empleos», advirtió Obama.
«No es un gobierno más grande lo que necesitamos, sino un gobierno más sensato que establezca prioridades y que invierta en un crecimiento generalizado», dijo Obama, ante un Congreso dividido, con la Cámara de Representantes en manos de los republicanos.
El mensaje de Obama estuvo destinado principalmente a los estadounidenses que aún sufren los embates económicos.
Su discurso por ratos optimista buscaba «contrarrestar un sentimiento de inseguridad (económica) que se ha instalado en gran parte del país», estimó Julian Zelizer, profesor de historia de la universidad de Princeton.
En la respuesta oficial republicana, el senador de origen hispano Marco Rubio, quien en un hecho inédito en estos mensajes habló tanto en inglés como en español, fustigó a Obama por su «obsesión de aumentar los impuestos», que a su juicio no ayudan a impulsar la economía.
Obama, interrumpido en varios momentos por fuertes aplausos, se refirió también a otro de los temas que ha concitado la atención en las últimas semanas, luego de una matanza de niños en Newtown, Connecticut, en diciembre: el control de las armas de fuego.
«Sé que ésta no es la primera vez que en este país se ha debatido la manera de reducir la violencia armada. Pero esta vez es diferente», dijo Obama. «Cada una de estas propuestas merece un voto en el Congreso», indicó, ante una audiencia que incluyó a familiares de víctimas de Newtown.
Ley de reforma migratoria en los próximos meses
Obama también tocó otra de sus prioridades en su segundo mandato, la reforma migratoria, al instar al Congreso a que le envíe «en los próximos meses» una ley de reforma, que incluya una vía hacia la ciudadanía para los once millones de indocumentados en Estados Unidos.
El mandatario aplaudió los esfuerzos bipartidistas iniciales en el Congreso para trabajar hacia una ley migratoria. «Sabemos lo que hay que hacer. (…) Pues bien: ¡acabémoslo de hacer!», dijo Obama, quien consiguió la reelección en noviembre en parte gracias al voto hispano.
Un grupo bipartidista de senadores que incluye a Rubio, alcanzó en enero un acuerdo de principios para avanzar hacia una reforma migratoria, mientras que legisladores en la Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana, trabajan en un proyecto de reforma.
Como una señal, entre los invitados al palco de la primera dama Michelle Obama en el Congreso, estuvo Alan Alemán, un joven mexicano indocumentado que se benefició de una medida del gobierno para diferir su deportación y asiste a la universidad.
Obama pidió también hacer frente al cambio climático «por el bien de nuestros hijos y de nuestro futuro».
Pasando al plano exterior, Obama prometió tomar «medidas firmes» junto a aliados de Washington en contra de las «provocaciones» de Corea del Norte, después de que el estado comunista llevó a cabo su tercer ensayo nuclear.
Al gobierno de Irán le tendió la mano a dos semanas de nuevas conversaciones con las potencias mundiales: «es el momento para una solución diplomática», dijo.
El mandatario anunció la repatriación de Afagnistán de otros 34.000 soldados estadounidenses el próximo año, antes de poner fin a la guerra en 2014, al tiempo que señaló el inicio de las negociaciones con Europa con miras a establecer la mayor zona de libre comercio del mundo.
Luego de hablar ante el Congreso, el mandatario dedicará los próximos días a llevar su mensaje por el país, en una gira por varias ciudades.