El Rey Momo se despidió ayer de Barquisimeto, donde propios y visitantes disfrutaron al máximo de cuatro días llenos de sabor y música.
Desde el Gualdrón hasta el Monumento al Sol Naciente, en plena avenida Libertador, instituciones adscritas a la Alcaldía de Iribarren, bandas shows invitadas, y comparsas de algunas comunidades de la ciudad, desfilaron para regalarle a los espectadores una tarde-noche mágica, aderezada de creatividad y color.
Los motivos alegóricos al carnaval cautivaron a los presentes; fueron variados.
El Rayo McQueen, de la película de Pixar, Cars, acompañado de su respectiva grúa, Tow “Mate” Mater, impresionó durante su recorrido. Esta carroza, inspirada en ese film era muy llamativa por la delicadeza con la que se mostraba y habían sido construidas todas sus partes.
Aunque a este tema se le sumaron otros, dedicados a la naturaleza, culturas aborígenes, mundo espacial, y hasta algunas de las labores que realizan las misiones bolivarianas.
Los Carnavales Internacionales de Barquisimeto cumplieron con su objetivo: alegrar la estadía de quienes prefirieron quedarse en casa durante este asueto; y dejarle el gusto por regresar a los turistas de Maracaibo, Caracas, Valencia, Yaracuy y Portuguesa, que seleccionaron esta urbe como su destino.
Una vez más, la ciudad de los crepúsculos estuvo en el centro de atracción de los carnavales nacionales.
La tranquilidad de la gente y el despliegue de seguridad, garantizado por los cuerpos policiales del estado, hicieron de estas fiestas en honor al Rey Momo, un evento referencia en el país.
Entre exceso de color, confites y caramelos, Barquisimeto demostró ser una ciudad con gran potencial turístico para el goce familiar.