El secretario de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Jesús González de Zarate, aseguró que el papa Benedicto XVI hizo pública su renuncia al cargo en la Santa Sede cuando creyó conveniente.
A su juicio, la decisión de su Santidad ha mostrado madurez, firmeza y una mirada hacia el futuro, “viéndose sin fuerzas necesarias para enfrentar los desafíos” de la iglesia.
Expresó que la decisión de renunciar de Benedicto XVI no afectará la figura del Papa, sino que la fortalecerá como servidor al mundo. “Las personas son pasajeras, Dios siempre permanece”, acotó Zarate.
Añadió que Benedicto XVI será recordado no por las polémicas que se suscitaron durante su Papado, sino por su enseñanza clara, directa y valiente a un mundo “que no comprende o no quiere comprender”.
En comparación sobre la permanencia de Juan Pablo II en la Santa Sede hasta el final de su enfermedad y la renuncia por “falta de fuerzas” de Benedicto XVI, Zarate indicó que el primero quiso colocar su enfermedad y sufrimiento como signo de donación y entrega de su vida a Dios.
El representante de la CEV puntualizó que Benedicto XVI con su renuncia ha querido exponer la confianza radical hacia Dios como guía inédita de la iglesia.
“La estabilidad de la iglesia no está en Benedicto XVI, sino en Cristo”, expresó.
Por último, Zarate indicó que el próximo Papa podría ser de origen latino, sin embargo, aseguró que serán los integrantes del Cónclave del Vaticano decidir con Dios como guía.