Los diputados españoles se pronunciarán este martes sobre una petición popular que ha recogido cerca de 600.000 firmas para proteger las corridas de toros y que podría significar el retorno de esta tradición a Cataluña.
«La Fiesta de los Toros forma parte de la cultura española global, del patrimonio histórico y cultural común de todos los españoles», afirma la proposición de ley presentada por la Federación de organizaciones taurinas de Cataluña.
Prohibidas en las islas Canarias desde inicios de los 90, las corridas desaparecieron de las arenas catalanas después del 1 de enero de 2012, tras una ley aprobada por el parlamento regional con los votos nacionalistas y ecologistas. Una decisión que tuvo el efecto de un electrochoque para los defensores de esta tradición.
En respuesta a esta prohibición, la Federación de organizaciones taurinas de Cataluña ha recogido 590.000 firmas, superando las 500.000 necesarias en España para presentar a los diputados una proposición de ley.
«Haré una defensa a ultranza de la importancia artística, cultural, económica y ecológica que tienen las corridas de toros y la tauromaquia en general», explicó a AFP Juan Manuel Albendea, diputado del Partido Popular gobernante en España y encargado de defender la proposición el martes.
Este partido, conservador, dispone de mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, que debe aprobar este martes la tramitación parlamentaria de esta proposición. Este proceso probablemente desembocará en la declaración de las corridas como un «Bien de interés cultural» (BIC), lo que les otorgará una mayor protección legal y económica y dará al Estado una mayor capacidad de decisión en torno a esta tradición.
Sus promotores esperan también que el estatus de BIC permita a las autoridades estatales reinstaurar las corridas de toros en Cataluña.
«No es cuestión de ir contra Cataluña. Al revés, queremos que Cataluña vuelva a tener toros por las buenas, no por las malas sino llegando a acuerdos con la Generalitat (gobierno regional)», afirmó Albendea, que espera que la ley entre en vigor «como muy tarde el próximo otoño».
Para él, «la tauromaquia es un arte universal».
Un argumento que rechazan los independentistas catalanes que ven detrás de este voto «una dimensión nacionalista española, de orgullo», en palabras de Alfred Bosch, diputado en Madrid de Esquerra Republicana (ERC).
Para él, la tramitación de la ley podría atentar a la soberanía del parlamento regional, que dispone de amplias competencias. El debate llega además en un momento de tensiones entre el Gobierno español y el Gobierno nacionalista regional, apoyado por ERC y dispuesto a celebrar un referéndum en 2014 sobre la autodeterminación de la región.
«Nosotros no nos rendiremos y lucharemos para preservar una decisión del pueblo de Cataluña a través de sus representantes», subrayó Bosch.
Afectadas también por la profunda crisis económica española, las corridas son cada vez menos numerosas en España y sus «aficionados» menos frecuentes. Antes de la prohibición en Cataluña, solo las arenas de Barcelona seguían en funcionamiento en esta región del noreste de España.
El debate de este martes también provocó la cólera de los defensores de los animales, que celebraron en su momento la decisión de los diputados catalanes.
«AnimaNaturalis considera que es una barbaridad que se pueda admitir a trámite esta iniciativa para declarar un espectáculo que tortura y mata animales mientras que los problemas que afectan directamente a la sociedad son dejados de lado», dijo esta asociación en un comunicado.
«No nos vamos a quedar de brazos cruzados», añade su directora en España, Aida Gascón. «Está creciendo el clamor popular por el fin de las corridas de toros, y la aprobación de esta proposición no hará más que activar movilizaciones en todo el país».