La más reciente devaluación de la moneda de Venezuela perjudicará a varias compañías estadounidenses y europeas que venden productos a los consumidores de ese país, debido a que los controles de precios impuestos por el Estado hacen más difícil que esas empresas puedan proteger sus ganancias.
Venezuela devaluó el viernes el bolívar en un 32 por ciento, su quinta medida similar en una década.
Para las compañías estadounidenses que tienen importantes negocios en el país, como Colgate-Palmolive Co, Avon Products Inc, Procter & Gamble Co y Kimberly-Clark Corp, eso significa que sus ganancias en bolívares ahora valdrán menos cuando se conviertan a dólares.
Colgate-Palmolive advirtió el lunes que asumiría un cargo extraordinario de 120 millones de dólares en el primer trimestre para volver a evaluar sus resultados bajo la nueva tasa. Sus acciones operaban estables el lunes, después de caer un 1,5 por ciento el viernes.
El grupo empaquetador irlandés Smurfit Kappa, que apenas la semana pasada reportó su segunda mejor ganancia en los últimos cinco años, dijo que reduciría el valor de sus activos netos a 142 millones de euros como resultado de la devaluación del bolívar. Las acciones de Smurfit cayeron un 2,71 por ciento.
Edenred, la empresa francesa que elabora cupones y tarjetas de prepago, dijo que la devaluación reduciría sus ganancias antes de intereses e impuestos en más de un 2 por ciento. Sus acciones cayeron un 1,63 por ciento.
Analistas dijeron que la más reciente devaluación podría golpear ahora a las compañías más que las anteriores, debido a que los precios de miles de productos, que van desde el agua embotellada y la carne al jabón, desodorante y pasta dentífrica, estuvieron limitados bajo una ley venezolana del 2011 que busca luchar contra la inflación.
La ley permite revisiones periódicas, normalmente anuales, pero éstas fueron evitadas en el 2012.
«El impacto de la devaluación de la moneda en Venezuela ha sido compensado históricamente en parte por el aumento de los precios, que podría tardar más en ocurrir con la devaluación del viernes, dados los controles de precios implementados por el Gobierno para regular las correspondientes acciones de precios», dijo el analista Mark Astrachan de Stifel en una nota.
Colgate, mejor conocida por su pasta dentífrica homóloga, fabrica más de los bienes básicos sometidos a controles de precios que muchas otras empresas. Advirtió que la devaluación reduciría sus ganancias en hasta 7 centavos de dólar por acción por trimestre.
La analista Connie Maneaty de BMO Capital Markets dijo que la medida podría recortar las proyecciones de ganancias por acción del 2013 en la mitad, a 5 por ciento frente al 2012.
«Nosotros creemos que la mayoría de los inversores se había estado preparando para una devaluación, aunque pensamos que los controles de precios limitan la capacidad de maniobra (de Colgate) durante esta devaluación en relación a las anteriores», dijo Ian Gordon, un analista de S&P Capital IQ.
Colgate podría intentar aumentar los precios en mercados más grandes, como México y Brasil, para mitigar el impacto por la incapacidad de subir los precios en Venezuela, dijo el analista Javier Escalante de Consumer Edge Research.
Las acciones de las compañías españolas con exposición a Venezuela caían levemente el lunes, entre ellas el gigante de las telecomunicaciones Telefónica, el grupo bancario BBVA y la aseguradora Mapfre.
Analistas esperan que en los tres casos las ganancias se vean afectadas en torno a un 3 por ciento o menos.
UNA DEVALUACION ESPERADA
Analistas dijeron que si bien la más reciente devaluación era esperada y necesaria, aún no ha acercado la tasa de cambio oficial a la del mercado negro, lo que significa que aún es posible una nueva ronda de devaluaciones en el corto plazo.
Expertos en comercio dijeron que los problemas son el resultado del impulso del presidente Hugo Chávez hacia el socialismo, una condición que debería persistir incluso si el líder, quien padece de cáncer, muere o renuncia a su cargo.
«Hasta que haya un cambio en la naturaleza del régimen en Venezuela, no sólo de persona, sino de naturaleza, posiblemente vamos a ver que el valor de la moneda seguirá cayendo», dijo Peter Morici, un profesor de la Universidad de Maryland y ex funcionario de alto rango de la Comisión Internacional de Comercio.
Avon, líder en la venta directa de cosméticos, es una de las compañías más expuestas a la devaluación, aunque no está sujeta a los mismos niveles de control de precios que Colgate.
Avon, que reporta sus resultados del cuarto trimestre el martes, obtuvo un 5 por ciento de sus ingresos desde Venezuela en los primeros nueve meses del 2012, pero el 11 por ciento de sus ganancias operativas. La compañía no respondió inmediatamente a las peticiones de comentarios.
Venezuela es uno de los mercados de crecimiento más rápido de Avon, con un aumento de sus ingresos de un 18 por ciento excluyendo el impacto de la moneda. Al mismo tiempo, las ventas en Brasil y Rusia, dos de sus principales mercados, han sido irregulares, y el mercado en Estados Unidos ha estado en declive.
En su más reciente informe trimestral, Avon dijo que tenía «activos monetarios netos» (que no definió) por 222 millones de dólares denominados en la moneda venezolana. Las acciones de Avon cayeron un 2,5 por ciento el viernes, pero se recuperaron el lunes.
Economistas habían estado instando a una devaluación del bolívar, y varias compañías que hacen negocios en Venezuela habían dejado en claro que esperaban que ocurriera este año.
La semana pasada, Clorox Co dijo que estaba aumentando su fondo para imprevistos en caso de tal evento durante el actual año fiscal, que termina en junio.
Ford Motor Co tiene negocios en Sudamérica que son una pequeña fracción de sus operaciones en América del Norte, pero advirtió en enero que sus ganancias podrían ser planas este año por riesgos monetarios, apuntando a Venezuela y Argentina.
La inflación en Venezuela ya es de dos dígitos y se espera que se acelere aún más, y los controles de precios impuestos sólo perjudicarán más los ingresos.
«Si los controles de precios siguen vigentes, esto podría impactar la línea de crecimiento durante los próximos años, después de afectar los márgenes este año», dijo el lunes el analista de productos de consumo John Faucher de J.P. Morgan en una nota.
«Asimismo, la mayoría de los analistas siente que incluso la nueva tasa de cambio es insostenible, lo que significa que podríamos pasar por esto nuevamente», agregó.