El Club Deportivo Lara –en un día histórico- afronta este martes su partido de debut en la prestigiosa Copa Libertadores, nada menos que contra el aquilatado Universidad de Chile, uno de los equipos grandes de Suramérica, al que reta en la ciudad de Santiago, con plena intención de arañar un resultado positivo para entrar con pie derecho en la competición.
El duelo está programado para jugarse desde las 8 pm (hora venezolana) en el estadio Nacional de la capital chilena, con el arbitraje del ecuatoriano Omar Ponce, asistido en las bandas por sus compatriotas Luis Alvarado y Carlos Herrera.
El conjunto dirigido por Lenín Bastidas, un joven de 32 años que completa su primera experiencia como entrenador principal, se convierte en el segundo club larense en participar en el torneo continental, después del desaparecido Lara FC, que lo hizo hace poco más de 40 años.
De entrada, el duelo parece desigual, entre un club de poca data (fundado en 2009) y otro con una vitrina llena de trofeos, que incluso hace dos años disputó la final de la Copa Suramericana.
Pero –punto importante- no hay miedo en el equipo crepuscular. Por el contrario, en cada declaración, los jugadores afirman tener los argumentos para frenar a la “U” y arrancarle, cuando menos, un empate. En el bando rojinegro abunda la experiencia y la jerarquía, aspecto al que se aferra la plantilla para sacar el partido adelante.
Por ejemplo, está un José Manuel Rey –que en tiempos recientes jugó en el fútbol chileno- o Miguel Mea Vitali, acostumbrado a este tipo de competiciones. Aquello de que es un equipo “nuevo” es relativo, porque, aunque apenas tiene tres años y algo de fundado, cuenta con jugadores de mucho recorrido.
Bastidas y sus jugadores tienen un plan definido: quitarle la pelota al cuadro chileno y no dejarlo jugar con libertad. Sabe el DT que en el equipo contrario hay buenos manejadores de pelota y atacantes efectivos, por lo que debe buscar la manera de neutralizarlos.
No es apelar a un plan ultradefensivo. El equipo larense seguramente va a insinuarse en ataque, pero a su manera, con el estilo que se le ha conocido desde hace tiempo, aunque ahora el DT sea otro.
Contragolpear y aprovechar la velocidad de Zamir Valoyes es una de las recetas. Eso sí, para salir con un buen botín –además de cumplir con la nada fácil tarea de mantener el cero- deben aprovecharse las ocasiones de gol que se generen, porque no va a tener muchas en todo el partido.
Foto: Luis Salazar/Archivo