El total de muertos en la guerra civil en Siria se acerca a 70.000, dijo este martes la jefa de derechos humanos de la ONU Navi Pillay, al tiempo que condenó el fracaso del Consejo de Seguridad para acordar una intervención en el conflicto.
Pillay anunció el mes pasado que ya había habido 60.000 muertos. «La cifra probablemente se aproxime ahora a 70.000», dijo ante el Consejo de Seguridad, en una reunión sobre la necesidad de proteger a los civiles víctimas del conflicto.
«La falta de consenso sobre Siria y la parálisis resultante ha sido desastrosa y los civiles de todas partes han resultado las víctimas», dijo Pillay, quien criticó las divisiones dentro del Consejo de Seguridad durante el conflicto que ya lleva 23 meses.
«Seremos juzgados por la tragedia que se desplegó ante nuestros ojos. A este Consejo y a los que ocupamos cargos clave en la ONU se nos preguntará que hemos hecho», aseguró.
Rusia, el último aliado del presidente sirio, Bashar al-Asad, y China usaron su poder de veto en el Consejo como miembros permantes del mismo para bloquear resoluciones que amenazaban con sanciones al régimen sirio.
Pillay hizo un nuevo llamado que las violaciones de los derechos humanos en Siria sean derivadas a la Corte Penal Internacional.
«Esto significaría un mensaje claro al gobierno y a la oposición de que sus acciones tendrán consecuencias, y podría tener un efecto preventivo muy significativo», dijo la alta comisionada para los Derechos Humanos.