La decisión de Venezuela de devaluar el tipo de cambio aborda en parte los desequilibrios macroeconómicos y fiscales, aunque faltan más medidas para aclarar la incertidumbre política que ha disparado el mercado paralelo, dijo el lunes Fitch.
Venezuela anunció el viernes la devaluación del bolívar a 6,3 unidades por dólar, desde 4,3 unidades, lo cual ayudará a aliviar las deterioradas cuentas fiscales del país petrolero.
«Sin embargo, Fitch Ratings considera necesarias más medidas para aumentar la coherencia y la transparencia en la gestión fiscal, monetaria y las políticas cambiarias, incluyendo una política fiscal más restrictiva, antes de que puedan verse mejoras sostenibles en los fundamentos macroeconómicos del país», dijo la agencia en un comunicado.