La devaluación no es una novedad en la historia de Venezuela, desde la década de 1930 los controles que el Estado venezolano ha impuesto sobre la economía a través de la moneda parecen ser una receta a seguir por cada gobierno que se ha establecido desde entonces.
La decisión anunciada el pasado viernes, constituye para muchos la continuación de la caída del bolívar desde que por primera vez al dólar le fuera fijado el precio de 4,30 bolívares (de los antiguos). Sin embargo, en la memoria de los venezolanos se encuentra grabado el 18 de febrero de 1983, conocido popularmente como el “viernes negro”, cuando la estabilidad que garantizaba la moneda controlada comienza a desvanecerse con una devaluación ordenada por el gobierno de Luis Herrera Campins, acompañada de la instauración del Régimen Cambiario Diferencial (Recadi), con toda una existencia ligada a grandes escándalos de corrupción que al final dejó a la divisa extranjera cercana a los 39 bolívares (antiguos), y la crisis desatada por la caída de los precios del petróleo cercana al 30%.
La decisión del Gobierno nacional de llevar el precio del dólar de 4,30 bolívares fuertes (4.300 bolívares antiguos) a 6,30 (6.300 antiguos), constituye una muestra de fracaso, no sólo por el impacto negativo de la medida sino por la anticipación que se había dado en torno a ella por parte de diversos sectores ante la crisis.
Para el politólogo Fabián Fawcett, en primer lugar la medida impacta en la aceptación del Gobierno nacional y se traduce en un clima desfavorable para la gestión del presidente Hugo Chávez, no sólo por la situación en la cual se deja a los venezolanos, sino también por las ocasiones en las cuales de forma reiterada los encargados de la economía nacional negaron hasta finales del año pasado la posibilidad de una devaluación, para ahora tomar una decisión que afectará el poder adquisitivo.
El especialista descarta la convocatoria a elecciones presidenciales en el más corto plazo (si el presidente Hugo Chávez no puede gobernar), dado al descontento que en varios niveles genera la devaluación en una población como la venezolana, conocida por “votar con el estómago”, que puede tener reacciones negativamente no sólo a la medida sino a su anuncio sin un contrapeso que compense el duro golpe.
Otro factor generador de descontento es la eliminación del Sistema Integrado de Transacciones en Moneda Extranjera (Sitme), que más bien fortalece la figura popularmente conocida como “mercado paralelo”. Asimismo, Fawcett considera que la realización del anuncio, en vísperas del largo asueto del carnaval, hace pensar a muchos en la posibilidad de que se trate de una estrategia para disminuir lo más posible el impacto de una decisión, que entrará en vigencia a partir del miércoles.
Otras acciones como el aumento de la unidad tributaria dos días antes de la devaluación, hacen pensar en la posibilidad de que los funcionarios gubernamentales están preparando a los venezolanos para otras decisiones en materia económica. Más ayuda a los ciudadanos
Entre las medidas que podrían ayudar a mitigar el impacto de la devaluación para los venezolanos “de a pie”, así como las protestas que se pueden producir en diversos sectores, Fawcett recomienda la aprobación de subsidios para programas destinados a la ayuda a quienes se encuentran en pobreza crítica, la entrega del beneficio del cesta ticket a los pensionados y ayudas especiales para la adquisición de las medicinas que recuerde al dólar preferencial a BsF. 2,15 ofrecido en 2010.
En cuanto al esperado aumento salarial del este año, el especialista considera que el anuncio del Ejecutivo debe ser adelantado para este mes, si es posible, o al menos en marzo, por cuanto los venezolanos no pueden esperar por mucho tiempo una mejora luego de una merma en su poder adquisitivo del 46,5%. A esta medida, se puede sumar la discusión de la Ley de Aumento General de Sueldos y Salarios, un instrumento con el cual la Asamblea Nacional se encuentra en mora, ya que la decisión de aumentar el salario mínimo no puede depender sólo del Presidente de la República.
“Paquete cubano” Por su parte, el diputado a la Asamblea Nacional y expresidente de Conindustria, Eduardo Gómez Sigala, considera que la responsabilidad del impacto de la devaluación corresponde al Ejecutivo nacional, por cuanto la economía venezolana se encuentra casi totalmente intervenida “al mejor estilo cubano”, con una paralización en el precio del dólar de casi una década y con la implementación de controles a la importación por parte del Estado, que prefiere imponerse que dar estimulo a la empresa privada.
Asimismo, el parlamentario considera que con la depreciación monetaria se demuestra la dificultad para la gerencia pública del país (dominada por militares), para manejar la economía nacional que sería el resultado final del análisis al desempeño de la actual administración pública, en estos momentos carente de liderazgo debido a la ausencia del presidente Hugo Chávez.
“Ese dólar a 6.30 no se conseguirá”
Representantes del Movimiento Socialcristiano Agrario del estado Lara, rechazaron la medida ante la crisis que en el sector se generará para la actividad agrícola, que enfrenta una deficiencia productiva del 80%, que puede incrementarse hasta el 90% con el encarecimiento que sufrirán los insumos debido a la inflación.
Hernán Soto, vocero del grupo político, señaló que el “paquetazo” mayores problemas para los productores del país, donde el abastecimiento se encuentra concentrado en la ciudad de Puerto Cabello, ya que a través de la localidad entre gran parte de lo que se consume en el país. “Ya ese dólar al 4,30 era muy difícil encontrarlo, este dólar a 6,30 tampoco se va a encontrar.
Aquí para conseguir dólar tiene que ser en el mercado negro por más de 20 bolívares, ahora ¿a cómo se cobrará?” Los socialcristianos consideran que la principal El movimiento agrario copeyano se encuentra en una etapa de rescate por parte de sus dirigentes de mayor edad, quienes invitan a los jóvenes de las zonas rurales a unirse a los comités de base que pronto serán instalados
“Chavismo quiere dinero para costear campaña”
Según el dirigente político Reinaldo Rivas, coordinador general del partido Renovar, el objetivo de la devaluación sería reunir los recursos suficientes que permitan al chavismo contar con “una caja chica”, para afrontar los costos de campaña de la próxima elección municipal, y la presidencial en el caso de que se dé.
Asimismo, el dirigente considera que la decisión de viernes, unida al aumento de la unidad tributaria, puede considerarse como parte de un “paquetazo” al estilo del que en octubre del año pasado se acusó al candidato Henrique Capriles Radonski de buscar imponer en el caso de ganar la Presidencia de la República. A las medidas antes mencionadas, se sumaría el ya tan rumorado aumento del Impuesto Sobre la Renta, así como el aumento “disfrazado” de la gasolina a través de la unificación del octanaje al de 95 para todos los vehículo, acabando con el más barato
Ramos solicitará aumento del salario en 30%
Ante el impacto de la devaluación en la inflación, el diputado a la Asamblea Nacional anunció que en los próximos días se iniciará la recolección de firmas para introducir la Ley de Aumento General de Sueldos y Salarios, a los fines de que sea aprobada en el Parlamento.
En el instrumento se contempla instaurar un incremento salarial de por lo menos 30%, que consta de tres puntos: primero, el aumento del salario mínimo a todos los trabajadores, el aumento para quienes cobran por encima del salario mínimo, y tercero, retomar la discusión de los contratos colectivos que han sido congelados por el Gobierno nacional.
“Hay trabajadores del sector público que tienen hasta 16 años sin discutir las convenciones como los obreros educacionales, de salud entre otros», dijo Ramos. El parlamentario criticó la devaluación aprobada el pasado viernes, por cuanto los precios del petróleo (cotizado en 106 dólares el barril) no justifican esta medida, la cual “causará estragos en los sectores de menos recursos, porque el que tiene plata y la tiene en dólares simplemente gana más dinero”.
