Erick Zuleta, presidente de la Federación Nacional del Transporte y a cargo del Sindicato Automotor del estado Lara, declaró que los conductores de cisternas del llenadero San Juan que “sin justificación alguna” habían sido suspendidos por la autoridad de la División de Suministro de Agua de la Alcaldía de Iribarren, Ivonne Bavaresco, fueron reenganchados este jueves en la mañana.
La protesta que llevaron acabo hace dos días surtió ese efecto positivo para los hombres que distribuyen el vital líquido en las comunidades de las parroquias El Cují y Tamaca, hacia el norte de Barquisimeto y, con respecto al mejoramiento económico que solicitan, al parecer Bavaresco prometió dar una nueva oferta de la tarifa en los próximos días.
Es importante resaltar que de 200 bolívares que les pagaban por cada viaje a las comunidades, les incrementaron 60 bolívares, considerado como un ajuste “pírrico” que no compensa el esfuerzo por las labores desempeñadas a diario que inician, incluso, antes de salir el sol.
“Estamos a la espera de la nueva oferta de la Alcaldía de Iribarren. Trataron de culparnos por la falta de agua en las comunidades pero el colapso lo generó la propia autoridad de la División de Suministro de Agua con su actitud prepotente y grosera”, sostuvo el dirigente sindical.
Zuleta señaló el día de la protesta que mientras Hidrolara paga 500 bolívares a los conductores de cisternas por cada recorrido a las comunidades, el Municipio lo hacía por un monto inferior que marca un gran trecho.
Cerca de 180 trabajadores esperan por un aumento significativo que se transforme en una mejor calidad de vida para ellos y sus familiares. Este viernes, el suministro a las comunidades se llevó a cabo con total normalidad para la tranquilidad de las familias que no cuentan con el servicio de agua por tuberías.