#Opinión: Cardenales de ensueño Por: Emigdio Castillo

Ha finalizado una temporada de nuestro beisbol venezolano, nuestra liga local profesional. En esta recién concluida zafra tuvo un excelente desempeño el querido Cardenales, equipo de nuestro estado Lara. La que culmina recientemente no es cualquier temporada, es una de las mejores en la historia de la franquicia nacida en 1942 en la ciudad de Carora, pero ya hija adoptiva de nuestro Barquisimeto. Es además hoy, uno de sus predilectos hijos.
La pasada temporada 2011-2012, poco faltó para que nuestro equipo se metiera en el Round Robin o semifinal, un robo de home de un viejo conocido, Luis Ugueto, nos sacó del camino antes de tiempo, pero desde ese momento se asomaba ya un equipo robusto. La gerencia inicio a partir de esa fecha la consolidación del equipo que vimos esta temporada. Lo primero una gran dirección, Pedro Grifol nuestro manager es un gran conductor, con mucha humildad y entrega, logró cohesionar un equipo competitivo, aguerrido.
Del mismo modo se garantizó la contratación de jugadores de mucho nivel, tanto criollos como importados, que a la postre se tradujeron en un gran equipo de excelente desempeño.  Ese equipo fuerte, guerrero pero con mucha hermandad y camaradería logro colarse a la serie semifinal de esta 2012-2013, y mejor aun obtuvo un pase a la serie final, esto contra todo pronóstico, la crítica especializada poco chance le otorgaba a los de casa.
Así llegamos a una serie final en la que la prensa nacional daba como gran favorito al poderoso Magallanes, quien contaba entre sus filas con peloteros como Pablo Sandoval, nada menos que el primer venezolano en obtener un MVP en una serie mundial. Sin embargo y superando todas las predicciones, Cardenales no solo tuvo una excelente participación, sino que estuvo a punto de obtener su quinto título en la LVBP.
Del otro lado de la acera, un viejo conocido y otrora héroe de Lara, Luis Sojo, se convertía en una especie de verdugo para el equipo de toda su vida, así son las cosas. Igualmente hubo que superar decisiones arbitrales erradas en nuestra contra, siendo la peor de ellas, un jonrón de la leyenda Robert Pérez, que a fin de cuentas fue contado como un doble, triste e inolvidable decisión de Edward Pacheco que pudo cambiar el rumbo de la serie.
Nuestro estado celebró este subcampeonato como una titulación, estuvimos bien cerca, el equipo luchó como los grandes, hasta el último minuto, cayó como los valientes. Queda equipo para rato, seguro estoy que Grifol retornará a esta su nueva casa, el Cardenales que viene está hecho para grandes momentos. Vienen tiempos de figuración, la sangre nueva está garantizada en los bates y brazos de la nueva camada de jugadores nativos.
Quiero felicitar a la directiva, cuerpo técnico, y a todos esos jugadores que se entregaron en cuerpo y alma por esa divisa que tanta historia tiene. Se sigue escribiendo con letras de oro la historia de nuestro amado Lara. El Cardenales de ensueño. Enhorabuena.