Los reductores de velocidad, conocidos popularmente como “policías acostados” que durante los últimos años han proliferado de forma alarmante en las carreteras del país causando perjuicios y hasta accidentes fatales a los viajeros, originaron una protesta en el sector Los Malavares-El Molino cerrando la via Quíbor-El Tocuyo exigiendo seguridad.
Desde la noche anterior los vecinos del caserío comenzaron su protesta debido a que en los últimos días se han multiplicado los atracos debido a que todas las noches les dejan sin suministro eléctrico, lo que aprovechan los hampones para introducirse en las viviendas o atracar a los ocupantes de los vehículos obligados a reducir la velocidad a causa de los “policías acostados” existentes.
Los mismos vecinos decidieron eliminar los reductores y cuando la noche del miércoles lo hacían fueron atacados a piedras por algunos de los antisociales que allí operaban.
El jueves por la mañana volvieron a cerrar la vía por la misma causa con el fin de llamar la atención de las autoridades policiales.
Pero los hechos delictivos no sólo ocurren durante la noche sino a cualquier hora con robos de carros o motos, además de útiles de los hogares.
Los vecinos también denunciaron el problema que les causan las gandolas transportadoras de arcilla que a pesar de los reductores pasan a exceso de velocidad.
Vecinos y conductores coincidieron en la necesidad de buscar alternativas para sustituir los “policías acostados” por otras medidas que lleven a los conductores a reducir la velocidad a su paso por el poblado.
Los profesionales del volante de las líneas que cubren la ruta desde y hacia Sanare aprovecharon la presencia de funcionarios policiales en el sitio de la protesta para denunciar que muchas veces han sido atracados junto a sus pasajeros al detenerse en algunos de los reductores.
Citaron el caso del comerciante Douglas Argimiro Díaz Pérez, asesinado la noche del martes cuando se detuvo en uno de los reductores ubicados en Los Malavares.
Durante la protesta de la mañana del jueves los representantes de la comunidad se reunieron con oficiales de la Policía de Lara a quienes expusieron sus problemas de inseguridad que confrontan.
Igualmente se hizo presente una cuadrilla de Corpoelec cuyos integrantes se dedicaron, presuntamente, a reparar los desperfectos que presentaban los transformadores, supuestamente responsables de los apagones que vienen padeciendo los habitantes de Los Malavares-El Molino.
Paulatinamente el tránsito fue restableciéndose mientras los vecinos retiraban los “policías acos tados” originarios de la protesta.
Fotos: Luis Salazar