Un grupo de enfermeras que han trabajado como suplentes en el Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubillaga (HUPAZ), denunciaron que habían sido botadas por parte de la Dirección Regional de Salud.
María Angélica Linárez, jefa de personal de la Dirección Regional de Salud, explicó que este grupo de trabajadoras cumplió su contrato, el cual fue redactado para hacer suplencias de personal que se encontraba de vacaciones y reposo, pero ya se reintegraron a sus labores.
“Este año tenemos un presupuesto reconducido, y la prioridad es cubrir el pago del personal asistencial fijo, por lo cual sólo se tendrán las suplencias en los servicios de mayor necesidad”, explicó Linárez.
Informó que tienen entre 700 a 800 empleados, entre obreros, personal administrativo y médico, que no han sido jubilados por el Ministerio de Salud, lo cual impide que se tengan los cargos vacantes para ingresar a nuevo personal mediante concurso.
“Hemos llevado los documentos a Caracas para dichas jubilaciones, pero el proceso ha sido muy engorroso”, agregó Linárez.
Existe déficit de personal pero no hay presupuesto para nuevas contrataciones, como tampoco se han abierto nuevos cargos.
Fe de vida
En otro orden de ideas, Linárez hizo un llamado a todos los jubilados del sector salud, para que asistan a la actualización de la fe de vida en la sede de la Dirección Regional de Salud.
Dicha actualización se realizará entre el 18 de febrero hasta el 1 de marzo.
“También realizaremos operativos en los hospitales de Carora, Duaca y El Tocuyo, para que las personas no tengan que trasladarse a Barquisimeto”, anunció.
Indicó que son unos dos mil trabajadores que deben cumplir con este lineamiento que exige el Ministerio de Salud, para poder continuar recibiendo su pensión al día.
“La diferencia en esta oportunidad es que los obreros que pertenecen a la cláusula 63, es decir, que no han recibido el pago de su jubilación, pero fueron desincorporados de sus labores, también deben hacer el trámite de la fe de vida”, detalló Linárez.
Recordó que para quienes no puedan moverse por casos extremos de enfermedad o edad, el familiar debe acudir con un informe médico actualizado y detallado de la condición de la persona jubilada.
“Con el informe médico nuestros trabajadores sociales se dirigen al lugar para corroborar la condición de la persona, y tomar su fe de vida”, concluyó.
Foto: Daniel Arrieta