Un fuerte golpe está recibiendo el pueblo del estado Lara con la escasez que se registra de una cantidad de productos utilizados fundamentalmente en los hogares, unos destinados a satisfacer necesidades de la dieta diaria y otros para la limpieza y aseo personal.
Se trata de la harina precocida, azúcar, aceite vegetal, papel higiénico y pasta dental, entre otros.
Las personas andan de un corre corre cazando si en algún establecimiento consiguen estos productos, ya que se vive difícilmente sin estos al no tener sustitutos inmediatos.
Cuando en cualquier lugar de Barquisimeto logran surtir un establecimiento de los referidos productos y las personas llegan a enterarse, bien por llamadas telefónicas provenientes de amistades, o por medio del Twitter se lanzan desesperados a la calle porque quieren ser los primeros en obtener los anhelados rubros.
Nerviosos llegan al sitio y se lo quieren llevar todo en una sola compra, pero en la caja la empleada, por órdenes superiores, dice que sólo pueden adquirir una unidad por persona, con lo que se cercena el derecho al libre comercio.
Este desabastecimiento en Lara comienza por el Mercado Mayorista de Barquisimeto, el espacio destinado a la compra y venta más grande de latinoamérica.
Comerciantes allí establecidos dijeron a este periódico que el problema de la escasez obedece a la restricción que la Superintendencia Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas (SADA), hace de las guías de movilización de los productos dirigidos a sus locales desde las plantas.
Algunos vendedores de víveres explicaron por ejemplo que si realizan un pedido de mil bultos de algún producto, el SADA aprueba en Caracas la cantidad que estipule conveniente, siempre por debajo de lo requerido, sin tomar en consideración la necesidad de demanda, y por esta causa se registra una evidente falta de mercancía en los galpones.
Acotaron que presuntamente, algunas plantas poseen suficientes víveres en depósito, pero, al parecer, por no recibir las correspondientes guías del organismo no pueden sacar los productos y movilizarlos hasta los mercados.
Creen que con esta práctica el propio gobierno contribuye con el desabastecimiento que se registra actualmente.
Expusieron que supuestamente el SADA otorga las guías, primero para surtir abastos y supermercados en Barquisimeto, y hasta que estos estén abastecidos no dirige su atención a Mercabar, al cual ve de forma negativa como distribuidor de mercancía solo a Maracaibo y Colombia.
En este sentido, desmintieron que esto esté ocurriendo, ya que de Mercabar salen productos para toda Venezuela y de forma transparente, y no para el vecino país.
Recalcaron que debido a este inconveniente con el SADA reciben poca mercancía que no satisface a la clientela, la cual acude a los galpones de Mercabar para abastecerse de productos y apenas logran llevar lo mínimo, lo que se traduce en ausencia de mercancía en bodegas y abastos.
Por el libre comercio
De forma extraoficial se conoció que comerciantes de Mercabar se plantean una reunión con la Superintendencia Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos (SADA).
La intención de este encuentro, si se llegara a concretar, obedecería a la intención de estas personas de solicitar al mencionado organismo gubernamental que les permita llevar a cabo un libre comercio, sin las restricciones a las cuales son objetos en los actuales momentos, para contribuir con el abastecimiento en Lara.
Fotos: Richard Alexander Lameda
