El presidente de EEUU Barack Obama propuso el martes un nuevo plan provisorio para reducir el gasto público y evitar los recortes automáticos que deben entrar en vigencia en marzo por ley, en un nuevo capítulo del debate fiscal que divide a Washington.
En una breve declaración ante la prensa Obama destacó que la economía todavía frágil del país no puede permitirse el impacto de fuertes gastos en sectores como defensa y otros programas de gobierno.
El presidente indicó que si el Congreso no puede alcanzar un acuerdo para reducir el déficit para antes del primero de marzo, los congresistas deberían aprobar un plan menos ambicioso de recortes y reformas impositivas.
«No hay razón para que los empleos de miles de estadounidenses que trabajan en seguridad nacional, educación o energías limpias, sin mencionar el crecimiento de toda la economía, se vean amenazados», dijo Obama.
El mandatario consideró que la economía va «en la dirección correcta. Se quedará en esta senda mientras no hayan heridas autoinfligidas provenientes de Washington».
Obama argumentó que su plan a corto plazo dará al gobierno federal y al Congreso más tiempo para idear un plan que recorte el déficit.
Una postergación de recortes automáticos del gasto público fue acordada por el Congreso y el presidente el año pasado para evitar una crisis fiscal a inicios de año.
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