En el transcurso de las últimas 24 horas -desde el mediodía del sábado hasta ayer- se habían producido cinco muertes violentas en diferentes lugares del municipio Iribarren.
Venganza
Jonás José Hernández, de 23 años, de profesión indefinida y con residencia en la calle 53 con avenida San Vicente, de esta ciudad, recibió múltiples heridas a consecuencia de los balazos que recibió cuando había salido de su casa poco después del mediodía del sábado.
Su cadáver fue trasladado en una furgoneta del CICPC a la morgue del hospital central Antonio María Pineda.
La policía científica considera que fue víctima de una venganza, ya que se presume que lo estaban aguardando para darle muerte..
Taxista
Todavía no han sido precisadas las circunstancias en que Néstor José Arrieche Soto, de 34 años, taxista que utilizaba un “rapidito” y quien vivía en Las Veritas, parroquia El Cují, fue muerto a tiros en la calle 1 con la carrera 7, cerca de un frigorífico, en Barrio Unión.
Los vecinos del sector no aportaron detalles en torno al caso y dijeron apenas que se oyeron unos tiros y cuando salieron a la calle el hombre estaba tendido cerca de una acera.
El suceso ocurrió aproximadamente a las 7 de la noche.
El occiso tenía múltiples heridas. También fue trasladado a la morgue en una furgoneta del CICPC.
Sus familiares, que ayer en la mañana esperaban retirar el cadáver, rehusaron dar declaraciones a los periodistas.
Desaparecido
En el sector La Inmaculada, conformado por unos cerros del barrio El Coriano 2, fue encontrado el cadáver de un adolescente, de 16 años, que había salido la noche del viernes de su residencia ubicada en el sector Santa Bárbara de El Coriano 2, al oeste de Barquisimeto.
El padre de la víctima, Alexander Carrasco Pérez, dijo a los periodistas en las inmediaciones de la morgue que cuando regresó de El Tigre, estado Bolívar, su esposa, Cecilia Lameda, se encontraba muy angustiada porque no sabía nada del muchacho.
Yo había ido al oriente del país a vender unas artesanías, porque en eso me ocupo, y tuve que apresurar el regreso.
El adolescente había salido a las 7 y media de la noche del viernes y prácticamente a las 24 horas fue hecho el hallazgo en un sitio despoblado.
Era el menor de los tres hijos de la pareja Carrasco Lameda.
Mi hijo había dejado los estudios y realizaba trabajos de albañilería unas veces y de lavador de carros, otras.
Le dieron dos tiros de escopeta en el cuerpo, presumiéndose que sus asesinos lo obligaron a acompañarles hasta la parte del cerro para atacarlo.
Atraco
A las cuatro de la madrugada del domingo todavía continuaba una reunión social en una casa de la calle 19 de abril, de Las Casitas, al norte de Barquisimeto, cuando irrumpieron dos tipos con el fin de asaltar a todos los asistentes.
La joven Irene Fernández manifestó a las autoridades que su novio, el constructor Alejandro Chirinos González, de 30 años, trató de convencer a los malandros de que los presentes no tenían dinero; pero, uno de los antisociales accionó una escopeta y disparó contra el abdomen de su víctima.
Los pillos al ver caer al hombre huyeron como habían llegado, mientras Fernández pedía auxilio; pero, ya Chirinos González había fallecido.
Al sitio -una vivienda ubicada frente a la iglesia Jerusalén- se hizo presente una comisión del CICPC, que procedió al traslado del cadáver a la morgue.
Masacrado
A las 11 y 15 de la mañana de ayer los vecinos de la carrera 2 con calle 7 del barrio San José, parroquia Unión, fueron sorprendidos por la descarga de varios tiros y luego el ruido causado por una moto que escapaba del lugar.
Al salir a ver lo que ocurría la escena era la del final de la existencia de Maikel José Puerta Brizuela, de 21 años, residenciado en la carrera 7 con la calle 5-A, del mencionado barrio.
En plena calle, sobre un charco de sangre, estaba el cadáver del joven, quien vestía camisa de cuadros azul y blanco, bluyin con una correa crema y zapatos blancos deportivos.
Enseguida unas personas buscaron una sábana de colores y se la colocaron encima.
Cerca del cuerpo inerte estaban varios casquillos de los proyectiles que habían sido accionados al parecer por el parrillero de una moto.
Al momento de producirse el homicidio, Puerta Brizuela caminaba hacia la esquina de la carrera 2 con la calle 7.
Los individuos detuvieron momentáneamente la moto para disparar contra la cabeza y el cuerpo de su víctima, para luego desaparecer rápidamente del lugar.
A éste se presentó una unidad del Cuerpo de Policía de Lara precisamente cuando ya los familiares del occiso, que residen muy cerca de donde ocurrió la muerte, se acercaron para verlo; pero, no quisieron aportar detalles.
Antes que la comisión del CICPC llegara al sitio para el levantamiento del cadáver dos jóvenes, que se habían tirado sobre la víctima, lloraban y gritaban:
¿por qué me lo mataron?
Una vecina del sector, María Pérez, comentó que el barrio San José se ha tornado muy peligroso y la mayoría de la gente se mantiene encerrada.
Cuando escuché los tiros, que fueron muchos, salí de la casa porque mi hija, de 16 años, había salido y temí lo peor, ya que hace una semana salí a comprar un paquete de harina, a pleno mediodía, y un tipo me puso un revólver en el cuello para que le entregara el celular. Pero, esto ocurre a cualquier hora porque el malandraje es muy grande.
Fotos: Simón Alberto Orellana