En circunstancias no determinadas, un carro embistió contra la parte trasera de una moto, despidiendo al motorizado varios metros hacia adelante y causándole la muerte en forma instantánea.
El suceso se produjo aproximadamente a las 4 de la madrugada de ayer y la víctima fue identificada como Carlos Enrique Cañizales, de 26 años, quien se desempeñaba como albañil, residía en el sector 3 de Las Cuibas y hacía vida marital con Iris Nataly Vargas, con quien había tenido tres hijos de 8, 6 y 4 años. La cónyuge se encuentra embarazada de cinco meses.
Según la versión dada por Carla Cañizales, su hermana, el trabajador le había comunicado con anterioridad a su padre, que tiene el mismo nombre del fallecido, que en la madrugada iría hasta El Palaciero, para entregarle un dinero, ya que luego debería regresar a Las Cuibas con el fin de continuar los trabajos de construcción que realizaba con otros obreros.
Cañizales era el penúltimo de los seis vástagos de Carlos Enrique Cañizales y su esposa: 4 hembras y dos varones.
Carla manifestó que cuando el trabajador les informó que adquiriría una moto, todos sus familiares le aconsejaron que desistiera de esa idea porque ese tipo de vehículo no ofrece ningún tipo de seguridad a sus conductores y, por otra parte, los ladrones andan siempre a la caza de los motorizados para quitarles sus máquinas, causándoles no sólo agresiones, sino la muerte cuando oponen resistencia al robo.
Sin embargo, el hombre se empeñó en su propósito y en diciembre con el dinero que había logrado ganar en su trabajo compró una Bera Socialista, de color negro, en la que andaba ayer cuando ocurrió el trágico percance.
No se sabe si el chofer del carro perdió el control, viajaba a excesiva velocidad o estaba ebrio, dijeron los familiares. Lo cierto es que cuando se desplazaba por la vía hacia Acarigua, cerca de un hotel, fue embestido por el vehículo y salió disparado varios metros hacia adelante de la carretera, cayendo muerto.
El cadáver fue levantado por una comisión policial a las seis de la mañana que lo trasladó hasta la morgue del hospital central universitario Antonio María Pineda, donde sus familiares esperaban la entrega de los restos:
Del conductor no fue posible obtener datos, pero se supo que otros choferes impidieron que se diera a la fuga después que ocurrió el accidente.
Foto: Simón Alberto Orellana