Los despierta la fetidez que sale del buco. En la urbanización Fundalara, hace falta el saneamiento de la quebrada que atraviesa la urbanización. Es una denuncia que vienen haciendo los residentes desde hace varios meses tanto a la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) como al Instituto Municipal del Aseo Urbano (Imaubar).
No obstante, los llamados de atención no tienen efecto. La maleza está de principio a fin. La gran cantidad de desperdicios que viajan por la canal hace que la pestilencia sea casi insoportable. Las familias más cercanas a dicho buco, no encuentran la manera de estar libres del hedor. Cierran las ventanas, limpian constantemente el piso con desinfectantes aromatizados, entre otras medidas de limpieza, pero no sirve de mucho.
Tampoco tienen respuestas de las rehabilitaciones de las vías del urbanismo, fundado hace más de dos décadas, cercano al parque El Cardenalito. Las calles que colindan con el Colegio Pablo VI presentan grietas y huecos que no sólo causan molestias a los padres y representantes sino a quienes habitan en ese tramo desde hace años.
Daniela Cordero, vecina, informó que la vialidad ha empeorado en los últimos años debido a la demora en los mantenimientos a cargo de la Alcaldía de Iribarren. Los vehículos tienen desperfectos en el tren delantero y neumáticos; las unidades de la Ruta 5, con recorridos por la urbanización, repiten los males mecánicos una y otra vez.
“La alcaldesa Amalia Sáez, ni siquiera porque ya va a finalizar su mandato, se ocupa de enmendar los daños pendientes de los últimos años. Hay huecos, basura, un buco contaminado y tantas otras deficiencias que nosotros no podemos resolverle. El caso de la quebrada es preocupante, sobre todo, porque está afectando a una institución educativa: el liceo Ambrosio Perera”, dijo.
El Cardenalito
A poca distancia de la urbanización Fundalara, se encuentra el parque El Cardenalito, utilizado normalmente para hacer ejercicios durante las mañanas o al caer la tarde. Sin embargo, los usuarios de ese espacio natural empiezan a preocuparse por la falta de mantenimiento de las áreas verdes. De hecho, gran parte del deterioro obedece a las personas que llevan sus mascotas y terminan arruinando la grama con las necesidades fisiológicas. Otros de los beneficiarios del sitio recreacional, cuentan que algunos estudiantes de diversificada se dedican a rayar los bancos para sentarse o arrojan los desperdicios al suelo, en lugar de llevarlos a la papelera.
En este sentido, se requiere de una responsabilidad compartida donde ciudadanos y autoridades pongan su mejor esfuerzo, al menos, es lo que más conviene para la conservación de las instalaciones.
Geraldine Méndez, vecina de Los Cardones, declaró que además de recuperar las áreas verdes resultaría necesario mejorar las luminarias del parque a fin de iluminar por completo los espacios, en especial, las caminerías donde se ejercitan personas de edad avanzada o mujeres embarazadas que pudieran sufrir caídas si no cuentan con una buena iluminación del camino.
Finalmente, la seguridad debe ser reforzada debido a los constantes atracos que se cometen a cualquier hora del día. La Policía Municipal, con un punto de control en dicho parque, agregó Méndez, no se da abasto para todas las urbanizaciones de la zona y el espacio recreacional. Las personas toman como medida de precaución no hacer ejercicios sin la compañía de otros integrantes de la familia para evitar emboscadas.
Fotos: Dedwison Álvarez