No son cuentos de los vecinos. El aseo urbano tiene tiempo que no pasa por la comunidad Los Luises, en la parroquia Unión. La evidencia está a la vista de cualquier persona: bolsas de basura por doquier. Es un mal que afecta especialmente a los sectores del norte y oeste de la ciudad.
En algunos casos, el problema es la frecuencia de los compactadores, al no ser suficientes las veces que acuden los compactadores y, en otros sectores, el drama es peor porque ni siquiera van eventualmente a recoger los desperdicios. Los problemas ocasionados a los ciudadanos van desde respirar fetidez hasta sufrir malestares físicos.
Ramón Díaz, uno de los vecinos de la tercera edad en Los Luises, lamenta que el servicio falle constantemente. Aseguró que el aseo tarda hasta 15 días en pasar frente a sus hogares, generando una terrible contaminación en el entorno. No saben de qué manera llamar la atención de la autoridad municipal.
“Nos gustaría que fueran más responsables en recoger la basura porque ponen en riesgo la salud de los vecinos con tanta insalubridad. Las moscas y roedores, proliferan en las casas y vías, a causa de los desechos acumulados por largo tiempo”, sostuvo el conurbano.
Por otro lado, presentan dificultades con las calles debido al mal estado de algunos tramos. Los huecos están en las vías principales y hasta en los lugares más recónditos de la comunidad que colinda con Barrio Unión y la Zona Industrial I.
Los conductores del transporte público que frecuentan el sector saben de los gastos elevados en el tren delantero y otras partes de los vehículos. Invierten buena parte de las ganancias en el mecánico. Aunque han denunciado el deterioro de la vialidad, la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) no actúa.
En este sentido, empeoran las calles debido a la falta de cooperación de las autoridades y también es mayor el esfuerzo que deben poner los conductores para evitar, en lo posible, caer en los profundos cráteres. Aunado a las fallas en el aseo urbano y vías en mal estado, están las luminarias que tienen años dañadas para la desdicha de las familias.
Caminan en medio de la oscuridad, cuando regresan de las jornadas del trabajo o estudios, ante el evidente desperfecto del alumbrado público. Sin olvidar, los inconvenientes que además causa la inseguridad, justamente, aprovechándose de las vías sin iluminación.
En este caso, los vecinos proponen que al menos refuercen las medidas de seguridad en la barriada para, de esta manera, aliviar un poco la zozobra entre los residentes. Piden la colaboración de la Policía y Guardia Nacional.
Fotos: Daniel Arrieta