Patarata, en el este de la ciudad, tiene años consolidándose como una de las urbanizaciones más organizadas, sin embargo, la falta de cooperación de las autoridades, dificulta el camino de orden, limpieza y buenas costumbres. Desde hace unas semanas, el servicio del aseo urbano, por ejemplo, falla y daña la buena apariencia del lugar.
Los vecinos, en reiteradas oportunidades, han solicitado a través de llamadas o reportes hechos al Instituto Municipal del Aseo Urbano (Imaubar), la normalización en la recolección de desechos, sin embargo no ocurren mejoras. La basura continúa abarrotando los recipientes que colocó el propio instituto en las vías principales.
En este sentido, José Díaz, habitante de las Residencias Venezuela, inauguradas por el Gobierno nacional el año pasado, explicó que los problemas con el ambiente se agudizan.
Olores putrefactos emanan de las bolsas con residuos acumulados a lo largo de varios días. Gusanos, moscas y roedores, proliferan en la zona y perjudican igualmente el entorno de los ciudadanos.
“Es un problema que nos afecta a todos. La urbanización sigue llena de desperdicios; los perros rompen las bolsas que están frente a los edificios y el desastre es mayor. Ojalá el personal de Imaubar retome los recorridos por Patarata y eviten que la insalubridad continúe haciendo de las suyas: malestares físicos y contaminación”, sostuvo.
Asimismo, rechazan la demora en sustituir las lámparas del alumbrado público.
Las noches en el urbanismo están envueltas por la oscuridad, debido a los desperfectos que no atienden las cuadrillas de Corpoelec.
Hay quienes aseguran que la presencia de vándalos en la zona, sobre todo los fines de semana, influye en el deterioro. Al parecer, arrojan piedras a los bombillos con el único fin de provocar destrozos.
Sin omitir las complicaciones que aparecen para las personas con responsabilidades laborales o de estudios, quienes llegan a casa en horario nocturno y deben caminar a oscuras hasta sus lugares de residencia.
Se trata de una sensación de inseguridad que los mantiene alerta y angustia a todos por igual. En los alrededores de la Cruz Roja y de la parroquia El Buen Pastor hace falta mucha iluminación.
Vialidad en mal estado
Por otro lado, la vialidad de la urbanización presenta un terrible deterioro que, de no repararse pronto, seguramente seguirá ocasionando grandes problemas a conductores y traseúntes. Los huecos están camino a la Cruz Roja y en los alrededores de la cancha deportiva, al menos, son los tramos más afectados.
Al igual que con las fallas en el aseo urbano, los vecinos han expresado su preocupación a las autoridades correspondientes sólo que no ejecutan las reparaciones pertinentes. Mientras más avanza el tiempo, se agudizan los daños en la capa asfáltica y hasta en las aceras que tienen años sin recibir mejoras.
Las personas con vehículos apelan a las vías alternas como es el caso de la urbanización Las Trinitarias, ubicada a poca distancia, para evitar caer en demasiados cráteres. La reparación del tren delantero, oscila entre los 700 y 1.000 bolívares, dependiendo de los desperfectos.
Fotos: Dedwison Álvarez
