Lágrimas de felicidad derramaron algunas madres, esposas y hermanas al revisar los listados y ver que aparecían los nombres de sus seres queridos, algunos trasladados para Yaracuy, otros hacia Aragua y hasta para Margarita.
Algunas mujeres expresaron que al ver los nombres de los suyos allí les volvió el alma al cuerpo porque no sabían de ellos desde la noche del jueves; otros tuvieron contacto con los internos luego de la balacera y sabían que estaban vivos, hasta avisaron que serían trasladados pero no tenían certeza para dónde iban.
Para muchos comenzaban a aparecer los desaparecidos, pero existen otros casos como el de Noelia Colmenárez, quien, desde el pasado domingo que llevó a sus hijos para que visitaran a su padre Silvio Linárez (43), no sabe nada de él.
Algunos compañeros que convivían con él en el área de media dicen no haberlo visto y hasta ahora no aparece en listados de traslados, ni de fallecidos ni heridos.
Manuela Lemus cuenta que su hijo fue trasladado hace dos meses desde Coro, tras ser herido. Tiene en su pierna once clavos y una fractura de fémur producto de una reyerta. Cuando se enteraron de lo sucedido se preocuparon.
Desde Punto Fijo trataron de comunicarse con él y nadie les daba razón. No fue sino hasta la noche del lunes cuando un pastor evangélico se comunicó con la familia e indicó que Arturo Manuel León Lemus (25) estaba con vida, pero le habían herido de bala en la pierna.
“Ahora tiene las dos piernas heridas.Estamos esperando para que con el Plan Cayapa nos revisen su caso, porque él está penado a diez años por robo agravado, ya pagó tres, pero en esas condiciones en donde ya ni camina, queremos que le otorguen un beneficio”, indicó la madre del interno.
Trascendió que a los heridos los tienen en Rodeíto, porque la cifra ascendió a 68. Los internos que están recluidos, aunque les han pasado los medicamentos para sus curas, sus seres queridos no han podido verlos y pasarles ropa, pero lo que les importa es que se encuentran bien.
Un trabajador del Ministerio de Servicio Penitenciario, quien salía a publicar las listas, las cuales pegaron en un autobús estacionado en la parte de afuera para que todos tuvieran acceso, explicó que antes de indicar que sus seres queridos estaban desaparecidos, se revisaran pacientemente. En caso de no encontrar sus nombres, deben anotarse para ir revisando de sus casos.
Explicó a quienes le preguntaron, que el día de hoy estarían disponiendo algunas unidades colectivas hacia los penales en donde les corresponde visita los miércoles. La unidad, advirtió, no esperará por nadie. A la hora pautada arrancaría y sería una sola persona por interno.
Igualmente estaban organizándose los mismos familiares para entregar a las autoridades los casos de los reos que debían ser revisados a través del Plan Cayapa.
Continúa la requisa
El día de ayer estaba pautada una rueda de prensa con la ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela, y el vicepresidente Nicolás Maduro, pero a primera hora de la mañana la misma fue suspendida. Sin embargo el equipo de prensa del Ministerio envió una nota en donde manifestaba que los trabajos de revisiones en Uribana continuaban.
El centro penitenciario de Centro Occidente ha sido sometido a una revisión exhaustiva, en búsqueda de túneles, “caletas” a fin de dar con las armas, droga que poseían estos privados de libertad.
Una vez más la ministra lamentó la muerte de los 58 privados de libertad, del pastor evangélico Segundo Camejo y del Guardia Nacional, Alvarado Viloria David.
“No queríamos que nada terminara así; el Ministerio Penitenciario desea pacificar y transformar los distintos establecimientos penitenciarios, pero a través del diálogo, sin agresión y sin violar los derechos humanos de los internos”, enfatizó.
Escondidos como topos
En medio de la búsqueda trascendió que los efectivos del Grupo de Respuesta Inmediata y Custodia (GRIC) del Ministerio de Servicios Penitenciarios supuestamente localizaron a internos que estaban escondidos entre huecos que ha-bían hecho en la tierra y algunos en letrinas y cloacas.
Se dijo de un interno, otros especularon de cinco, pero dicha versión no ha sido confirmada, aunque Edwin “El Gordo”, quien era el líder de Uribana, se comunicó con uno de los pastores evangélicos para comunicarle de la presencia de estas personas e intercediera por ellos.
Hasta ahora la cifra de fallecidos ha ascendido a 63. Todos los cadáveres han sido entregados a sus seres queridos, menos un interno que continúa en la morgue de San Felipe, sin identidad alguna.
Quienes lo conocieron manifiestan que es colombiano y la otra víctima se encuentra en el Antonio María Pineda. Su cuerpo estaba totalmente calcinado.
Fotos: Cortesía MPPS/ Simón Alberto Orellana