La guerrilla de las FARC afirmó que dos policías capturados por sus fuerzas en Colombia son «prisioneros de guerra» y reiteró su compromiso de «no realizar más retenciones de carácter económico», en un comunicado divulgado en La Habana.
«Las FARC-EP han sentado un compromiso en cuanto a no realizar más retenciones de carácter económico», pero «de igual manera nos reservamos el derecho a capturar como prisioneros a los miembros de la fuerza pública que se han rendido en combate», señaló la delegación de las FARC en La Habana en el marco del diálogo de paz, en un comunicado divulgado el martes en la noche en su sitio web (pazfarc-ep.blogspot.com).
«Ellos se llaman PRISIONEROS DE GUERRA, y este fenómeno se da en cualquier conflicto que haya en el mundo», añadieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas).
Subrayaron que en reiteradas ocasiones» han llamado «al gobierno para que se produzca un intercambio de prisioneros de guerra, lo cual fue respondido negativamente».
El ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, acusó el martes a la guerrilla de cometer «crímenes de lesa humanidad» con el secuestro el pasado viernes de los dos patrulleros de la Policía, Cristian Yate y Víctor González, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).
«Las FARC lo único que hace consistentemente es cometer graves violaciones a los derechos humanos, atacar a la población civil, afectar a los más pobres y cometer crímenes de lesa humanidad como este grave secuestro», dijo Pinzón.
En febrero de 2012 las FARC anunciaron su renuncia al secuestro extorsivo de civiles y liberaron a los últimos 10 policías y militares que aseguraron tenían en su poder.
El secuestro de los dos uniformados ocurre en momentos en que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos adelanta desde noviembre de 2012 en La Habana una negociación con las FARC, encaminada a ponerle fin al conflicto armado con la guerrilla más antigua de América Latina.
Los negociadores del gobierno y la guerrilla retomarán este jueves sus diálogos de paz en La Habana tras un receso de siete días.