En el kilómetro 5 de la autopista Barquisimeto-Quíbor, en el sector Cerritos Blancos, está ubicada la escuela bolivariana de media jornada Dilcia Moreno de Bossa. Lo primero que se pudo notar al acercarse a los predios del plantel, fue la acumulación de basura cerca de sus dos únicas entradas, así como un gran letero en el muro que da a la vía intercomunal, en el cual se lee que por medio de Corpolara se realizó una inversión de casi dos millones de bolívares para mejorar la infraestructura educativa.
Cabe destacar que un equipo de EL IMPULSO se dirigió a esta escuela, tras haber recibido una denuncia por el mal funcionamiento de los baños, presuntamente debido a un trabajo de reparación realizado por un consejo comunal de la localidad. Una vez allí, se pudo constatar que se trataba de un bote de agua en los inodoros que encharca el baño de niñas. Sin embargo, tanto la directora de la unidad educativa, Aura Ruiz, como parte del equipo de 34 docentes, aseguraron que el problema era causado por la rotura en una de las mangueras de los tanques de los retretes, insistiendo en que la denuncia era muy vieja.
No obstante, algunas educadoras de la escuela primaria a la que asisten 756 alumnos entre mañana y tarde, sí reconocieron otros problemas como la inseguridad en los alrededores y la falta de regularidad del servicio de aseo.
Además, comentaron que algunos residentes de la localidad tenían el mal hábito de arrojar desechos, e incluso animales muertos, en la acera del plantel.
Asimismo, manifestaron la necesidad de un comedor y un techo para la cancha deportiva, al tiempo que informaron que el bebedero del plantel casi nunca tiene agua debido a una falla en el tanque que lo alimenta, la cual está presente desde que la empresa contratada por Fudeco finalizara los trabajos de remodelación efectuados durante el periodo vacacional de 2012.
La directora del plantel recordó que antes de las mejoras de infraestructura, era muy difícil dar clases, ya que con las lluvias se producían fuertes inundaciones que afectaban a docentes y estudiantes, situación que, destacó, no se ha vuelto a generar. También enfatizó que el aspecto de la escuela, especialmente en su interior, ahora luce mucho mejor. Por otra parte, atribuyó el bote de agua en el baño a fallas de origen en las mangueras instaladas, añadiendo que en el caso de la recolección de basura, se cuenta con Imaubar, al igual que con su servicio de profilaxis cuando se descubren animales muertos.
“Es cierto que con la reparación, no obtuvimos todas las mejoras requeridas, pero sí fue un gran avance”, dijo Ruiz, acotando que en el plantel no hay espacio para construir un comedor, pero que la escuela sí recibe alimentos por el Programa de Alimentación Escolar.
Por otra lado, el problema de la inseguridad se hizo muy evidente cuando dos jóvenes docentes ingresaron al plantel visiblemente asustadas, advirtiendo que el lado de la escuela que da al autopista es muy peligroso, debido a la presencia de personas armadas. A este respecto la directora señaló que si bien ningún cuerpo de seguridad hace rondas a diario por el lugar, sí suelen responder cuando se realizan actividades especiales. A su vez, Yarelis Valecillo, dueña de un negocio en la calle 1 entre veredas 2 y 3, muy cerca de la escuela, confirmó la falta de presencia policial y el alto índice delictivo en el sector, lo que pone en riesgo a estudiantes, representantes y docentes.
Fotos: Jairo Nieto