A las 11 de la mañana del domingo, en las áreas de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Central Antonio María Pineda, falleció uno de los 46 reclusos que quedaban internados en los centros asistenciales de la región.
Se trata de Francisco Antonio Peña Graterol (38), quien tenía dos años recluido por el delito de secuestro. Era residente del sector 2 de Macuto y durante su estadía en Uribana estaba en el área de máxima seguridad.
Máximo Escobar cuenta que su hermano era padre de tres hijos, no se comunicaba con él desde el 23 de diciembre, cuando le expresó que sentía miedo de estar en el penal y tras el anuncio de la requisa decía que se esperaba que cualquier cosa pasara en Uribana.
“Lo que pasó allí el viernes sólo lo sabe Dios, los funcionarios y los reos”, expresó Escobar. Lo único que llegó a indicar su hermano, en medio de su convalecencia, es que él corrió pero no se salvó. Presentó una gran herida en la pierna izquierda que se le complicó.
Con este caso más cuatro muertos trasladados a Yaracuy, sube a 63 la cifra de internos fallecidos,
plenamente identificados por sus seres queridos. Sólo queda por saber la identidad de la persona calcinada.
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