El serbio Novak Djokovic se adjudicó su cuarto título en el Abierto de Australia al derrotar al británico Andy Murray en cuatro sets, por 6-7 (2/7), 7-6 (7/3), 6-3 y 6-2, en la final disputada ese domingo en Melbourne.
Vencedor en 2008, 2011 y 2012, el número 1 se convierte en el primer jugador de la era Open que gana tres veces consecutivas en Australia.
«Cada victoria es muy especial. Escribir la historia, ver todos esos grandes nombres sobre el trofeo, es absolutamente excitante. Solo tengo 25 años y ya he ganado seis títulos de Grand Slam, es increíble», comentó Djokovic en rueda de prensa, antes de distribuir chocolatinas entre los periodistas.
El serbio venció en un partido de tres horas y 40 minutos en el que Murray comenzó imponiendo su juego antes de venirse abajo físicamente, pagando sin duda los esfuerzos realizados el viernes para derrotar a Roger Federer en semifinales y afectado por unas ampollas en el pie derecho.
Con 3-2 en el primer set, Djokovic desperdició cuatro pelotas de partido y Murray acabó llevándose el juego. La situación se repitió con 4-3, donde el serbio no aprovechó tampoco otra bola que le hubiese puesto en ventaja para ganar la primera manga.
Djokovic no tenía ningún problema en ganar su saque, pero cometía muchos errores no forzados al servicio de Murray, que acababa siempre igualando un marcador hasta llevar el primer set al desempate.
En el tie break, Djokovic cometió una doble falta de inicio y Murray lo aprovechó para dominar el marcador, colocándose con 4-0 a su favor.
Djokovic siguió fallando golpes y cometiendo errores impropios de un número uno y el escocés acabó llevándose el primer set por 7-6 (7/2) en 68 minutos de juego.
En el segundo set, el partido cambió poco, salvo que Murray mejoró mucho con su saque, por lo que ya no dio opciones a Djokovic para hacer el break.
Con estos condicionantes, el desenlace estaba abocado de nuevo al tie break. Al revés que en el primer set, en esta ocasión fue Murray el que cometió una doble falta que le dio una ventaja a Djokovic que no desaprovechó para ganar el set (7/3 en el desempate), en 65 minutos, e igualar el partido.
En el descanso, Murray necesitó set atendido para que e vendaran unas ampollas en la planta del pie derecho, una circunstancia que, viendo el desenlace del partido, pudo tener su influencia.
A mediados del tercer set, con 4-3 a favor de Djokovic y el servicio para Murray, el serbio se jugó varios golpes espectaculares, fuertes, profundos y pegados a las líneas. Rompió el saque al escocés y se apuntó con su saque la victoria en la manga, por 6-3.
Djokovic crecía en el partido en la misma medida que Murray comenzaba a desesperarse y a cometer más fallos. El serbio rompió el saque de inicio de su rival y lo volvió a hacer en el quinto juego, para ponerse con un 4-1 que iba a ser definitivo, ya que el número uno acabó ganando el set, el partido y el título.
«Definitivamente es mi Grand Slam favorito y el más exitoso. Adoro esta cancha», admitió Djokovic.
Con su cuarta victoria en Melbourne, y la sexta en Grand Slams, Djokovic ha igualado a Federer y Andre Agassi, ambos con cuatro títulos también en Australia.
Sin embargo, es el primero que lo hace tres veces consecutivas. Solo dos jugadores, los australianos Jack Crawford en los años 1930 y Roy Emerson en los años 1960, lo habían logrado antes, pero era antes de la era profesional (1968).
Con esta victoria, además, Djokovic tiene asegurado mantenerse como número uno de la clasificación del circuito masculino, mientras que Murray continuará en la tercera posición.
El serbio, además, se tomó la revancha con Murray, que le había derrotado en el último «grande» del año pasado, en la final del US Open.
«Claro que estoy decepcionado, pero es evidente que esta derrota es más fácil de encajar que otras en el pasado», dijo Murray tras el partido. «Nadie ha ganado de manera consecutivo sus dos primeros Grand Slams y yo no estuve lejos. Para mí, todo esto sigue siendo muy positivo. Estos últimos meses he estado jugando el mejor tenis de mi vida», agregó.
«Estuve en la final de Wimbledon, gané los Juegos y el US Open y he jugado de nuevo la final aquí. He ganado a Roger (Federer) por primera vez en mi vida en un Grand Slam», recordó el británico.
«Tenía una ampolla grande en el pie, pero son cosas que pasan, sobre todo cuando corres tanto», precisó Murray, que no quiso justificar la derrota con ese problema físico.
Al contrario, felicitó a su rival «porque su récord aquí es absolutamente increíble y hay muy poca gente capaz de hacer lo que ha hecho él aquí». «Es un merecido campeón», concluyó.
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