Unos 61 muertos y 120 heridos dejó el violento motín que se registró en la cárcel de Uribana de Barquisimeto, cuando reclusos fuertemente armados se enfrentaron a guardias nacionales que trataban de tomar la instalación.
El incidente dejó un saldo de 61 muertos y 120 heridos, dijo en entrevista telefónica a The Associated Press el médico Ruy Medina, director del hospital central de esa localidad.
Medina indicó que de los 120 heridos, cerca de 19 fueron intervenidos por heridas en tórax, abdomen y otras partes del cuerpo. Agregó que 45 de los lesionados aún permanecen hospitalizados.
El médico precisó que el 98% de las lesiones que presentaron las personas que ingresaron el viernes al hospital provenientes de la cárcel era por heridas de bala y explicó que hubo «3 o 4 cuando mucho, si acaso, por heridas de arma blanca».
Medina dijo que durante el sábado no recibieron heridos ni muertos de la cárcel.
El motín de Uribana es uno de los más sangrientos que se haya registrado en el país. En la cárcel de Sabaneta, de la ciudad occidental de Maracaibo, se registró en 1994 uno de los más violento motines de la historia del país cuando se reportaron más de un centenar de muertos.
La ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela, dijo el sábado que las autoridades decidieron evacuar a todos los presos de la cárcel de Uribana después de la matanza con el propósito de «cerrar este capítulo de violencia».
«Luego de diversas reuniones se decidió el desalojo total de Uribana», dijo Varela en una rueda de prensa transmitida por la televisión estatal.
Varela no dio datos de la cantidad de muertos y acotó que ya «están siendo trasladados… 111 privados masculinos que voluntariamente manifestaron su voluntad a ser trasladados» a una prisión ubicada en el vecino estado de Falcón.
Paralelamente «ya iniciamos la evacuación total del anexo femenino. Fueron trasladas ayer 138 mujeres», resaltó la ministra, quien exhortó «a los reclusos de Uribana a que contribuyan a la evacuación de forma rápida para erradicar este capítulo de violencia».
Varela comentó que la mayoría de «los privados de libertad heridos y fallecidos presentan heridas producidas por armas blancas o de fabricación carcelaria, signos de violencia física, también hay víctimas fatales por heridas producidas por armas de fuego y explosivos. Información forense evidencia que algunas víctimas presentan data de muerte anterior a los hechos del día de ayer (viernes)».
«Lo que ellos (los presos) dicen es que hubo plomo (disparos) de todo lado, y no saben de dónde venían. Lo cierto es que hay un poco de muertos y heridos. Lo que estamos viendo, que yo estoy acá en la morgue (del hospital central de Barquisimeto), es que fue una masacre. No se ha sacado un listado total de muertos y heridos», afirmó Nayibe Méndez, una profesora pública jubilada de 58 años, madre de un joven de 22 años que está recluido en Uribana desde hace dos años y medio.
Méndez dijo a la AP en conversación telefónica que logró hablar con su hijo, quien le aseguró que estaba a salvo, y precisó que ella se trasladó a la morgue del hospital por solidaridad con los compañeros de su familiar.
«Todos aquí estamos dolidos. Sea lo que sea, un privado de la libertad tiene derecho a vivir», expresó. Exigió a las autoridades «celeridad con la verdad» de lo ocurrido en la prisión.
«Yo tengo un sobrino que está tiroteado en un pie. Ya creo que salió de peligro…. no me he podido comunicar con él porque no me dejan pasar a la prisión. Todo está militarizado. No lo han trasladado (a un hospital)», dijo a la AP Douglas Briceño, pastor de una iglesia cristiana y cuyo sobrino, Antonio Briceño, está internado en Uribana desde hace años.
El vicepresidente Nicolás Maduro dijo la madrugada del sábado que se realizará una profunda investigación sobre las causas de estos «tristes, lamentables y repudiables» acontecimientos.
«Nadie duda que las requisas son procedimientos necesarios para garantizar condiciones de reclusión acordes a los estándares internacionales, pero éstas no se pueden hacer con una actitud bélica como la han hecho. Queda claro que la requisa no estuvo debidamente coordinada ni aplicada. Aquí se evidencia un uso desproporcionado de la fuerza», dijo a la AP Humberto Prado, director de Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), una organización no gubernamental.
La cárcel de Uribana tiene capacidad para 850 reclusos, pero su población ronda los 1.427 internos, según cifras del OVP.
Prado condenó que las autoridades sugirieran que el enfrentamiento en la cárcel de Uribana se originó por rumores y versiones de prensa que aseguraban que la Guardia Nacional tomaría el penal para realizar una requisa.
«El problema no es la labor de los medios, el problema es que el gobierno no ha desarmado a la población penal, no los vigila como es debido, existen mafias dentro de los penales que suministran armas y drogas en las cárceles y los mantiene viviendo en condiciones precarias», agregó.
La víspera, Varela dijo a la televisora estatal que el motín en la cárcel de Uribana, de la ciudad central de Barquisimeto, se presentó cuando «cabecillas de las bandas en pugna arremetieron contra los efectivos de la Guardia Nacional» que intentaban tomar el centro para realizar una inspección.
«Fuimos sorprendidos por el anuncio de dicha requisa por parte del canal privado Globovisión, las redes sociales y la página web del diario El Impulso, lo cual sin duda alguna constituye un detonante para la violencia y que se evidencia con el inicio, horas después, de un motín al interior del centro penitenciario, durante el cual los cabecillas de las bandas en pugna arremetieron contra los efectivos», dijo la ministra.
El exceso de población penal ha generado graves problemas de hacinamiento y violencia en las prisiones venezolanas donde operan bandas que luchan por el control de los pabellones o el comercio de armas y drogas que guardias corruptos venden a los reclusos.
«Las cárceles de nuestro país son un ejemplo de la incapacidad de este gobierno y sus dirigentes, nunca solucionaron el problema», dijo el gobernador del estado central de Miranda y ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles en su cuenta personal de Twitter.
En la cárcel capitalina de La Planta se registró entre abril y mayo de 2012 un motín cuando un grupo de presos, algunos de ellos armados, impidió por casi tres semanas a las autoridades tomar el penal. En el tumulto un recluso murió y cinco personas resultaron lesionadas.
Dos meses después se presentó otro motín en el penal del estado suroccidental de Mérida cuando un grupo de reclusos se enfrentó con las fuerzas militares que tomaron el centro. En el incidente perecieron 30 internos, según cifras del OVP.
En tanto en la cárcel central de Yare I, en la zona norte del país, se produjo en agosto una violenta riña entre los presos, que dejó un saldo de 25 muertos y 43 lesionados.
Durante el primer semestre del año pasado 304 presos murieron y otros 527 resultaron heridos en diferentes motines y enfrentamientos entre los internos, un 15% más que en el mismo periodo del año anterior, según el grupo activista.
En Venezuela existen 33 penales que albergan unos 47.000 reclusos, de acuerdo con registros oficiales, pero que fueron diseñados para recibir apenas a 12.000 personas.
Foto Elías Rodríguez