#opinion: Desde mi cátedra – El adiós a Moros Ghersi por: Fernando P

La muerte del Dr Moros Ghersi nos llena de tristeza a quienes les conocimos. Su señorial y afable personalidad reflejaban la compostura del hombre bien formado en la vida, de ver al ser humano de igual a igual, y espiritualmente ganado para hacer justicia social.
Por ello, al momento de dedicarle unas líneas, me apropio de unas frases de Neruda, en la hora de su despedida: “Pero cuando al reloj llegó la larga hora de la muerte, cumpliste… cumpliste con el deber de morir… Nada se rompe entre tu vida y tu muerte: es una sola línea sin ruptura la que has edificado”.
Y es que el Dr. Carlos Alberto Moros Ghersi fue y sigue siendo un ilustre venezolano. Su trayectoria como médico, docente y servidor público, la cumplió a cabalidad, en su larga existencia. Los que sentimos la gracia y suerte de haber pasado por las aulas universitarias, sabemos y entendemos a los que han hecho carrera allí, en ese claustro del saber; y el Dr. Moros es uno de los que podemos llamar orgullosamente, un universitario cabal.
Su entrega, servicio y defensa del “Alma Mater” es muestra de ese ideal, demostrado con hechos y resultados. Dos fueron sus ejercicios más relevantes en la UCV: Decano de la Facultad de Medicina (1971-75) y Rector de esa Casa de Estudios (1980-84), sin dejar de valorar su vocación docente y labor investigativa como médico internista; dejando un aura de excelente catedrático, ejercicio que cumplió por muchos años en el Hospital Vargas de Caracas.
Igualmente, con ese espíritu de luchador social, logró ser Senador del Congreso Nacional, y en cuyo período participó en la redacción de la Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley de Educación Superior, entre otras, éstas más afines con su conocimiento y experiencia profesional. El Dr. Moros Ghersi, se identificaba con la Democracia Cristiana; allí en la fragua política le conocí, presidía él la Comisión Electoral Nacional de Copei (1984), y junto a otros miembros de la misma fui designado para presidir la Comisión Electoral del Partido en Trujillo, tarea que cumplimos institucionalmente, que tuvo el reconocimiento de Moros, y afianzó la amistad y aprecio recíproco y correspondido.
Hace unos meses atrás conversamos vía telefónica, sin saber que le aquejaba una enfermedad, y como buen demócrata me manifestó su angustia por lo que está pasando el país. Debo confesar que en la pasantía por un Partido Político, si algo se conserva  con nostalgia son los afectos y la amistad cultivada de esas vivencias, así como la gratitud a quienes de manera desinteresada confiaron en uno y mostraron su solidaridad; porque “El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena”.
Y aprovecho esta crónica, en el mes aniversario de Copei(67 años), de manifestar por igual mi agradecimiento eterno al Prof Felipe Montilla, ex-Ministro de Educación, fallecido hace tres años; al igual que a otros social cristianos que aún están en sus trincheras de lucha como, Pedro Pablo Aguilar, A. Sánchez Cortés, Beltrán Espinoza, Enriqueta Viloria, Gustavo Tarre, Enrique Aristigueta, Frank Villegas, Domingo Piñate, entre tantos otros, a ellos mi amistad y respeto por siempre.
Al despedir al Dr. Moros Ghersi no podemos dejar de expresar, que fue un hombre que a pesar de su status profesional y social, era sencillo, amable, cordial, todo un caballero, sin mirar “por encima del hombro” a sus semejantes, por eso le admiramos. Haber compartido su amistad y el compromiso partidista fue un honor. Los dos Amigos ausentes fueron hombres de coraje, demócratas sin par y luchadores incansables por las causas nobles y vocación docente incuestionable. Termino diciéndoles con palabras de Amado Nervo: “Si en la lucha se muere, haciendo alarde de nobleza y valor, triunfo es la muerte”