#opinion: Demonios por: Vinicio Guerrero M

Hay ciertas substancias espirituales que se llaman demonios. Sócrates consultaba en sus negocios a uno. ¿Por qué no, si tuvo desde la puericia (infancia, inocencia, niñez) un demonio que continuamente le asistía? Le conocen como impeditivo (estorbo) del bien. También muchas personas que maldicen, por desconocimiento o ignorancia con un natural impulso, lo que le sale de la boca es la voz de Satanás príncipe de este linaje. De estos ángeles malos nacieron otros peores, a quien Dios condenó con sus padres y príncipe Satanás, bastante se dice de esto en las sagradas escrituras.  Ahora sólo trataré de relatarles para qué, son buenos.
Muchas personas recurren al ocultismo supuestamente para resolver sus problemas, otros entregan a sus hijos a esas entidades, para que no les caiga ningún mal; pero parecen desconocer que estas son  abominaciones que a Dios no le agrada (Dt. 18:9)
El  oficio del demonio es hacer caer al hombre: bien se le conoció el intento a su malicia en la ruina del primer hombre. Ejecuta en los cuerpos enfermedades y calamitosos accidentes; en las almas pasiones repentinas, y excesos extraordinarios y violentos. Para invadir las almas y los cuerpos mucho les ayuda la sutileza y tenuidad. Son fuerzas casi irresistibles; tan disimuladamente ofenden, que parece más insensible el modo secreto de dañar, que la espiritualidad de su naturaleza.
Con viandas de olor y sangre ofrecidas a los ídolos apestan los entendimientos humanos, enfureciéndolos con locas lascivias, con desatinados furores, con crueles torpezas, cercándoles y  cegándoles la razón, mientras que el plato más regalado y más cuidadosamente apetecido es apartar con engañosos encantos a los hombres, el conocimiento de la divinidad verdadera. Ahora declararé cómo los forja.
Todo espíritu es más ligero que un ave, en esto convienen ángeles y demonios. En un momento está en todas partes, para ellos casi todo el mundo es un lugar. Por esto fácilmente saben qué se hace en cada puesto, y con la facilidad que lo sabe lo dicen. Esta velocidad instantánea es tenida por divinidad; quieren ser tenidos por autores de lo que anuncian, y lo son  alguna vez de los daños; de los bienes nunca.
Por la Escritura sagrada y sermones de profetas, rastrean algunas disposiciones de Dios, y de allí toman la certeza que a veces anuncian el futuro, y como ladrones de la adivinación pasan a pretendientes de la divinidad.
En la curación de las enfermedades son beneficiosos, primero dañan, y después dan el remedio, y entonces se entiende que curan cuando dejan de dañar. Los encantos del demonio son engañosos, porque su intención es engañar el entendimiento de los hombres con supercherías, para que piensen que una piedra es Dios, y al Dios verdadero no se busque.