El inicialista Ernesto Mejía no las tuvo todas consigo en los dos primeros juegos de la final, celebrados en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia, sin embargo, el inicialista no se pone presión y realiza los ajustes necesarios para encontrar el ritmo dentro del cajón de bateo.
El guanareño de 27 años de edad fue la primera sustitución de Cardenales para la final y el mánager Pedro Grifol no titubeó en ubicarlo como el cuarto bate del equipo para robustecer la alineación. Sin embargo, el Jugador Más Valioso de la temporada regular no pudo conectar imparable en sus dos primeros juegos y acumulaba seis ponches en nueve turnos.
“Trato de no ponerme presión… Solo fueron dos juegos malos, pero eso quedó en el pasado. Lo importante es que pudimos ganar uno en Valencia. De nada valía que yo pegara cuatro jonrones y perdiéramos; afortunadamente ganamos uno a pesar que no pude contribuir”, aseguró Mejía antes del compromiso de anoche.
El inicialista reconoció estar algo cansado, pero no lo pone como excusa. “No voy a negar que estoy algo cansado, pero no soy el único, así que no voy a poner excusas. Trato de tomar buenos turnos pero las cosas no se me han dado”.
Mejía también dio crédito a los lanzadores rivales. “Me he ido con algunos pitcheos fuera de la zona, pero ellos (los lanzadores) también han realizado un buen trabajo cuando me enfrentan”, concluyó.
