En mayo cumplirán seis años de luchas y esfuerzos, los habitantes de la invasión Jardines del Aeropuerto (continuación) ubicada en el suroeste de Barquisimeto. Desde que instalaron sus ranchos en el humilde lugar, colindante con el terminal aéreo, no han recibido una solución habitacional.
“Nosotros estamos fuera del cono de seguridad, porque así lo aclaró la presidenta del Aeropuerto, abogada Elizabeth Rodríguez. Aquí no viene nadie a tendernos la mano, a pesar que mostramos voluntad en legalizar los servicios y vivir de manera organizada”.
Así lo manifestó la dirigente vecinal María Eugenia Suárez Mendoza, quien solicitó a Corpoelec la instalación de los postes que servirán para eliminar los cableados clandestinos que cuelgan de un lado a otro y ponen en peligro la vida de los vecinos. Hace siete meses, un rancho de zinc se incendió debido a un cortocircuito.
Asimismo, habló de las incomodidades que sufren al no contar con viviendas dignas. Exhortó a las autoridades a fin de que unan recursos y estrategias para poner punto final al drama de viviendas que agobia a unas 80 familias. Aseguró que otros tantos hogares, como fue el caso de la comunidad 4 de Febrero, ubicada a pocos metros, sí contó con la reubicación de 200 familias entre las casas hechas en Chirgua y residencias del Rancho 5A, urbanismos promovidos por el Gobierno nacional a través de la Misión Vivienda, en el noroeste de la ciudad.
Con respecto a las casas, expresó: “No importa si las viviendas las tenemos que construir nosotros mismos; un proyecto de autoconstrucción también sería viable. Tenemos que salir adelante, aunque sea poco a poco, pero es importante la ayuda de las autoridades; son ellos los quienes tienen recursos económicos”, dijo.
Asimismo, resaltó el hecho de las condiciones de insalubridad que los rodean. El servicio del aseo urbano tiene varias semanas sin funcionar y, por ende, las bolsas de basura están por doquier. Los habitantes soportan malos olores y también deben defenderse de las alimañas que abundan producto de la contaminación.
Por otro lado, la quebrada que atraviesa el sector, se encuentra repleta de matorrales que generan insalubridad en la zona. Hay quienes utilizan el buco como vertedero de basura y los únicos perjudicados son los propios vecinos con la fetidez que dejan los desperdicios acumulados en ese sitio.
Finalmente, esperan que las próximas elecciones municipales sirvan de mucho para conseguir el proyecto habitacional que tanto desean. “No sabemos qué vaya a pasar pero esperamos la ayuda de la autoridad local”.
Fotos: Daniel Arrieta