El inicialista Ernesto Mejía fue tomado por Cardenales en el draft de sustituciones para la final. El slugger llega a la cueva roja para robustecer un poderoso lineup y darle protección a sus compañeros, principalmente a Luis Jiménez.
“Aquí me recibieron como en casa. El ambiente que se vive con este equipo es espectacular”, señaló Mejía antes de realizar su primera práctica con los pájaros rojos en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia.
El oriundo de Guanare, estado Portuguesa, asegura que Cardenales es un gran equipo y él afronta con profesionalismo el reto de jugar la final. “Nunca había jugado una final en Venezuela y este año quise hacerlo. Vengo para darle fuerza a una alineación que es de la mejores”.
Para Mejía, vestir un uniforme diferente al de las Águilas del Zulia, no resulta una preocupación. “Águilas es mi equipo, pero soy un profesional y ahora voy a dejar todo en el terreno por Cardenales de Lara”.
El guanareño acumula más de 800 turnos en lo que va de año, entre Gwinnett Braves AAA de Atlanta y Águilas del Zulia en la LVBP. “Sí estoy algo cansado porque son muchos turnos en lo que va de año. Pero estoy preparado para esto; al fin y al cabo esto es para lo que uno trabaja”.
El slugger será utilizado como cuarto bate de la alineación crepuscular y sabe que tiene una gran responsabilidad. “Este es un lineup muy bueno, con (Luis) Jiménez, (Luis) Valbuena, (CJ) Retherford… Yo llegó para respaldarlos a ellos”.
En la acera del frente estará uno de sus compañeros de equipo, el lanzador Austin Bibens Dirkx y Mejía ya se esperaba ese enfrentamiento.
“Antes del draft le dije -hay grandes posibilidades de que nos enfrentemos en la final- y él respondió: yo lo sé”.
“Le dije: -no te vayas a equivocar conmigo-, y él respondió: -yo sé cuál es tu punto débil”, dijo entre risas el espigado jugador.
Sobre el rival, Mejía aseguró que Magallanes es un gran equipo, lleno de jugadores de alto nivel, pero Cardenales también tiene mucho talento.Además, restó importancia a enfrentar a su ex equipo. “Eso no es importante para mí.
Todos los equipos son iguales y los lanzadores del resto también quieren poncharme, así que me es indiferente enfrentar a cualquiera”.
Foto: Luis Salazar/Enviado especial