El siguiente análisis crítico-reflexivo, se corresponde a la continuación del anterior artículo publicado por este mismo medio de comunicación, denominado “Enfoques, Métodos Historiográficos según Luis Cortes Riera”, donde se venía argumentando acerca del positivismo, sus características esenciales en el mundo de la investigación en especial en el campo de la historia. En relación a esta materia, los autores Basilio Sánchez Aranguren y José Gerardo Guarisma A. llegan a decir que el Positivismo:
…es una parte integrante del movimiento romántico del siglo XIX. Es la exaltación romántica de la ciencia. El romanticismo lo entendemos como la revelación y realización de lo infinito en lo finito, en lo concreto, en lo que nos rodea, en lo que vemos. La ciencia es la manifestación legítima de lo infinito. Pero esto último es lo que da significación religiosa a la ciencia positivista. Sin embargo rechaza cualquier justificación de los fenómenos por la vía de lo sobrenatural [Sánchez, A. Basilio y Guarisma, A. José G. (s/f). Métodos de Investigación. Editorial Eneva. Ediciones de la Universidad Bicentenaria de Aragua. Pág. 48].
Tal como lo señalaba el intelectual Luis Cortés Riera en la conferencia de la Maestría Enseñanza de la Historia en la UPEL-IPB (abril 2009), el historiador con el positivismo lo que buscaba era explicar las cosas tal como sucedieron, como ya se había mencionado anteriormente, mostrar los sucesos con los más mínimos detalles. En el caso de los autores recién citado, el romanticismo jugará importante papel cuando se narrará los hechos, como por ejemplo, las batallas, los gobiernos, las biografías de personajes del campo político, militar y los triunfadores de las guerras, resaltando en ellas, el protagonismo, que por lo general, hace mención solamente en los triunfadores, y llevadas a cabo por un solo hombre, he allí, el individualismo presente.
Aclaraba además, que la historiografía desarrollada por Leopold von Ranke, olvidaba algunos detalles como la subjetividad, los juicios morales, religioso, ideológicos que influyen en la investigación del historiador. Estas influencias las confirma el inglés Eric Hobsbawm (recientemente fallecido), cuando ya finalizando su obra Entrevista sobre el siglo XXI le preguntan, si ese compromiso con su militancia en el Partido Comunista Británico haya podido condicionar su libertad intelectual, a lo que responde de esta manera:
Espero que ese compromiso no haya coartado mi libertad intelectual. Aunque debo reconocer que todo compromiso auténtico, fuerte, sea político o religioso, tiende a imponer no diré obligaciones, pero sí una preferencia, un prejuicio favorable a una causa. Te das cuenta de ello cuando te muestra reacio a criticarla, cuando dudas a aplicar la misma inteligencia crítica que has empleado para juzgar otras causas [Hobsbawm, Eric. (2000). Entrevista sobre el Siglo XXI. Editorial Crítica, SRL Córcega, Barcelona. Pág. 213].
De manera que, no es tarea fácil mostrarse imparcial ante una investigación donde esté en juego las posiciones políticas-ideológicas, económicas, religiosas y culturales del investigador, pues, por lo general siempre se estará sujeto a esos prejuicios de valores que le infringe un poco de duda a los resultados. Continuará…