Víctor Daniel Valor P.
Tuve el honor de trabajar con María Hortensia Zapata, en mi corto pero fructífero paso por EL IMPULSO. Con ella compartí agradables momentos, una profesional a carta cabal y un ejemplo de constancia. Siento mucho su partida… descansa en paz María Hortensia. Hasta siempre.
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Marianela González
Desde niña he leído EL IMPULSO y ya es parte cotidiana de mi vida como el cepillarme los dientes y tomar una taza de café y por supuesto que me entristece el fallecimiento de esta periodista, ya que uno los siente a uds. parte de la familia, tal vez porque Barquisimeto es un pueblo grande todavía y uno siente que somos parte de una familia grande.
Comparto la tristeza de sus compañeros de EL IMPULSO, así como el de sus familiares.
Que descanse en paz y goce del paraíso!
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David Vargas
El paraíso recibe a una gran Mujer, Dios ha decidido que era su turno de ver su rostro, Q.E.P.D María Hortensia, recuerdo cuando todos estos años nos recibías con tanta atención y profesionalismo en las instalaciones del diario demostrando respeto hacia las minorías políticas que representábamos para aquellos tiempos, cuando apoyábamos a una causa justa y siempre contábamos con tu gran apoyo. Dios te tiene en su santa Gloria.
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Isis Fernández
María Hortensia, Dios te tenga en la Gloria… Me parece mentira, hace 32 años te conocí… En el área de salud, te sabías todos los temas y lo más importante, lo comunicabas de una manera bien acertada, apreciándose tu inteligencia, lo gran profesional que eras y con un humor exquisito! Que Dios te bendiga!
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Wilfredo Páez Gallardo
Hoy recibí una triste y amarga noticia, la partida de este mundo terrenal de quien fue mi gran amiga, confidente y apoyo moral en diferentes momentos en mi transitar en la lucha social y política. María Hortensia Zapata Herrera, quien conocí ya hace más de 17 años cuando le fui a entregar una encomienda de su profesor Juan Páez Avila.
Con el transcurrir de los años y luego en el tránsito de estudios de maestría que hicimos se convertiría en una gran amiga, solidaria y justa en esos sueños de un País mejor que siempre compartíamos. Hasta pronto Mi Negra María con mucho cariño y sentimientos encontrados te escribo estas palabras para que desde cualquier lugar en este infinito mundo lo leas…
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Fernando Rivas
Gran maestra del periodismo. Fue un honor haberla tenido como tutora en mis pasantías por EL IMPULSO. Su legado estará siempre con la inmensa cantidad de sus lectores. Que Dios la acoja en su regazo.
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José Francisco Navarro Aldana
Con cuanto pesar he recibido la noticia de María Hortensia Zapata (Q.E.P.D.), extraordinaria mujer, comunicadora social excepcional, amiga como ninguna otra y de quien guardaré siempre recuerdos gratos por su deferencia que tuvo cuando trabajé como médico fisiatra en el Servicio de Rehabilitación del HCAMP, al publicar frecuentemente reportajes sobre rehabilitación infantil. En esa época recolectábamos material reciclable, y María Hortensia me llamaba, para decirme: Pancho aquí tengo bastantes periódicos, y yo iba a recogerlos a su apartamento o a veces se acercaba con los bultos de periódicos viejos hasta rehabilitación. Así era María Hortensia. Nuestras palabras de condolencia a sus familiares y a toda la familia de El Impulso.
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Elina Jiménez Avendaño
Q.E.P.D mujer destacada como comunicadora social con valiosos aportes en el Diario El Impulso en la página científica y la página de mujer, sería bueno retomar esta última como un homenaje a su loable desempeño.
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Amelia Graciela Couri
Universidad del Zulia, LUZ.
¡Qué gran perdida! una gran periodista, y mejor mujer y amiga, gratos recuerdos de cuando recién llegó a Barquisimeto
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Jhotani Medina
Lamentable pérdida para nuestro gentilicio, la conocí en persona y debo decir que fue una persona ejemplar. Pocas veces hay damas profesionales como ellas en la vida. Me demostró lo que era el compromiso de ella con una causa justa aún estando en desventaja, con hidalguía y humildad demostraba su talento y daba oportunidades a otras personas emergentes. Q.E.P.D.
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Rudy Belisa Romero
Inmenso pesar siente mi corazón por la desaparición física de mi maestra y amiga María Hortensia, desde niña crecí compartiendo sus anécdotas, las cuales me inspiraron a escoger el oficio del periodismo, para luego recibir su formación en la UFT donde tuve el privilegio de ser su alumna. Hoy tristemente me toca despedirme de ti y pedirle a Dios todo poderoso que te tenga en su santa gloria. Descansa en Paz.
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Mariusa Reyes
Querida Ángela, te mando un abrazo enorme, a todos en EL IMPULSO. Mi corazón está de luto y en el medio del dolor y la sorpresa, hago un alto para recordar la generosidad, la solidaridad y la alegría de María Hortensia. Gracias María Hortensia por tu amistad y por tu guía en esas mis primeras aventuras reporteriles para EL IMPULSO en Barquisimeto.
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Joffre A. Zapata M.
Siempre En Nuestros Corazones Tía Querida….
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María Marcano Olivero
Mi más sentido pésame a toda la familia.
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Nancy Figueroa
Un abrazo de solidaridad a toda la familia del diario EL IMPULSO por la partida al cielo de quien fuera una excelente profesional del periodismo y mejor persona. Descanse en paz.
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Rubén Hurtado
Lamentando el hasta luego de María Hortensia. Se sentirá mucho su escapada de EL IMPULSO y seguro que hará mucha falta entre todos su allegados. Mis condolencias a toda la familia, y a los amigos y compañeros de trabajo.
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Yadira Uzcátegui
Una gran periodista, que descanse en paz.
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Orlando Peñaloza
María, siempre María
Se ha marchado otra amiga y colega de EL IMPULSO. Nuevamente estamos de luto, y el duelo el alma fustiga. Conocí a María Hortensia cuando llegó a la vieja casona de El Impulso en la carrera 23 llena de vigor. De la mano de otra excelente periodista, Angela Ameruoso entró un día del año 1981 muy dicharachera, siempre dispuestas a dar, y fue mucho lo que dio compartiendo su sueño como si fuera un gran socio.
La partida de nuestra inseparable nos deja un luto eterno, porque de verdad, supo ganarse el afecto de todos durante su trayectoria en el decano, donde identificaba la amistad. Nunca le escuché una descalificación hacia alguien. Conversar con ella era asociarla a la vocación que la llevó al mundo de la comunicación social, algo que por lo demás llevaba muy adentro y que más que un trabajo, era un placer.
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Adriana Ciccaglione
Cuánta tristeza… la negra nos dejó un legado grande como ella. Una profesional que de verdad supo hacer su trabajo… Te estaré siempre agradecida por haber sido una maestra de vida mi querida María Hortensia y te repito lo que te dije dos días antes de que te fueras, Dios está contigo acompañándote y queriéndote, ya te aceptó y en donde estás seguirás brillando con luz propia!
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Pat Rivero
Madrina, siempre te tendré en mi corazón y guardaré con gran cariño todos los recuerdos de los momentos compartidos contigo, fuiste un gran ejemplo a seguir y siempre te voy a admirar. Te amaré hoy y siempre, gracias por inspirarme y por todo el apoyo que siempre me diste.
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Fabián Soto Rueda
Hace 12 años conocí a María Hortensia Zapata, en la única circunstancia donde solo era posible encontrar a una persona como ella: en la búsqueda de la excelencia. Coincidimos en un taller de periodismo virtual que el TEC de Monterrey ofreció en Barquisimeto. Ahora que lo pienso fue toda una fortuna tenerla como compañera de clase, tan atenta y exigente como despúes lo sería como mi Coordinadora Editorial, pero sobre todo como amiga, como colega, como referencia. Pasaron tres años antes de reencontrarnos y siempre me ha sorprendido que de inmediato me reconoció, habíamos perdido el contacto, pero como todo buen periodista era una gran observadora y me recordaba con precisión de reloj. Una gran sonrisa y un abrazo de ella fueron mi bienvenida a EL IMPULSO para realizar mis pasantías profesionales, como el Chío Zubillaga que respaldaba con su nombre los prometedores pasos del joven Alirio Díaz, María Hortensia me llevó a la oficina de Luis Rodríguez Moreno, entonces Jefe de Redacción, para que me diera la oportunidad de poner en práctica lo poco que sabía de este hermoso oficio, que después ella me desmostraría se debe llevar como un apostolado. Mi primer día fue un desafío que siempre le agradeceré: “este muchacho sabe escribir, que se vaya a la calle”, las pautas no estaban en la oficina, sino afuera, en la vida misma, esperando ser contadas, primero a ella, quien no perdía la capacidad de asombro y sabía inexplicablemente detectar la noticia. Nada se perdía, para ella no habían malas historias, sino deficientes formas de contarlas. Fueron muchos los aprendizajes de MHZ, como solía despistar sin éxito a la reputación, pero uno en especial creo que tiene una especial vigencia en la actualidad: ningún premio de periodismo alcanzará jamás el inmensurable valor de la conciencia tranquila.
Que mi gratitud te alcance en la eternidad.
