Una situación de tensión se vivió la tarde de este sábado en la calle 27 entre carrera 19 y boulevard de la 20, en pleno centro de Barquisimeto.
Una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana, adscrita al Plan 20, llegó a la citada dirección a cumplir una presunta orden de desalojo emanada, al parecer, de un Tribunal de la localidad, contra varias familias ocupantes de un local, aparentemente, propiedad de ascendientes árabes que tienen sus establecimientos comerciales al frente del lugar.
Allí también llegó una representante de la Defensoría del Pueblo y una funcionaria del Consejo de Protección del Niño Niña y Adolescente.
Quien se identificó como Antonio Suárez y dijo ser uno de los ocupantes del inmueble, señaló que diez familias decidieron meterse en el local hace una semana porque el mismo estaba abandonado desde hace 12 años.
“Con nosotros se encuentran 18 niños, el más pequeño tiene 6 meses”, advirtió, y agregó que cuatro de ellos son sus hijos, dos hembras de 2 y 3 años, y dos varones de 6 y 9.
Recordó que su caso es muy emblemático, ya que junto a su esposa y sus cuatro hijos le ordenaron desocupar el apartamento que regentaba en Nueva Segovia, viéndose en la necesidad de dormir en un hotel por pocos días hasta que se le terminó el dinero.
Manifestó que otra familia ocupante del local, el cual consta de dos pisos, tuvo que salirse obligada de Las Sábilas luego que le robaron en su casa y la amenazaron de muerte a ella y a sus hijas.
Aseguró que no violentaron el establecimiento porque encontraron abierta la santamaría.
Por su parte, trascendió que son varios los supuestos propietarios del local ocupado, uno de ellos de religión cristiana, dedicados a la venta de mercancía seca.
Asimismo, se supo extraoficialmente que efectivamente existe una aparente orden de desalojo que sería cumplida por los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, y se supone que a ello se debió su presencia la tarde de ayer.
No obstante, se conoció que la acción no sería llevada a cabo de forma arbitraria, sino mediante el diálogo conciliador entre las partes.
De hecho, uno de los supuestos propietarios del establecimiento comentó que estaba dispuesto a colaborar con las familias si se salían de manera voluntaria.
Fotos: Richard Alexander Lameda