Un joven de 18 años, que trabajaba en un taller mecánico, fue asesinado, pasadas las seis y media de la tarde de ayer, en una polvorienta calle del sector Villa Nazareno, al norte de la vía Barquisimeto-Quíbor.
De la víctima se logró saber que era Alexander Gil Suárez, quien residía en la calle 5, casa número 119, del mencionado lugar.
Su muerte ocurrió en la calle 6, a una cuadra de su domicilio, al parecer cuando iba a realizar una visita.
Su padre, Alcides Gil, y su madre, Zenaida Suárez, estuvieron entre los primeros familiares en llegar al sitio donde cayó el muchacho.
Éste, según los rastros de sangre que quedaron en la calle, trató de buscar refugio cuando comenzó a ser tiroteado.
Como ocurre generalmente cuando hay un homicidio, nadie aporta detalles.
Fueron muchísimos los tiros, dijo una vecina del lugar que se encontraba entre los curiosos que observaban el cadáver cubierto con una sábana y sobre el cual se ha-bían tendido sus parientes. Tantas detonaciones se oyeron que no fue posible contarlas. Parecía que la descarga nunca terminaría.
Otra mujer, que tampoco quiso identificarse, manifestó que el joven ya era padre de una niñita de muy corta edad; pero, no suministró mayor información.
Los familiares se mostraron muy herméticos con los funcionarios uniformados del Cuerpo de Policía de Lara, que fueron las primeras autoridades en llegar al sitio. Una vecina expresó que, posiblemente, Gil Suárez iba a realizar una visita, porque con frecuencia se le veía pasar por esa calle, distante una cuadra de su residencia, todos los sábados. Otra mujer comentó que por lo menos cinco tiros alcanzaron al joven en la cabeza porque ella vio el cadáver antes que fuera cubierto por una sábana. Pasadas las 8 de la noche el CICPC hizo el levantamiento del cuerpo
Foto: Edickson Durán
