El delantero argentino del Barcelona Lionel Messi aseguró este sábado en una entrevista al diario El Periódico que lo único que le falta por ganar, tras lograr cuatro Balones de Oro y todos los títulos posibles con su equipo, «es un Mundial» con la albiceleste.
Preguntado por lo que le queda por hacer en el mundo del fútbol, la estrella argentina respondió: «Ganar un Mundial. Después de haber conseguido ganar todo lo que se puede ganar con el Barça, lograr el Mundial sería lo más grande».
A sus 25 años, Messi ha logrado ganar todos los títulos posibles a nivel de clubes con el Barcelona y, personalmente, ha logrado cuatro Balones de Oro, algo que nadie había conseguido anteriormente.
Por eso, la consagración definitiva de La Pulga llegaría con un título mundial y considera que ahora tiene más oportunidades de hacerlo con Argentina.
«Las cosas en la selección han cambio mucho en los últimos tiempos. Después de todo lo que he vivido en la selección, ahora es casi un paraíso para mí», admitió.
Messi reconoció que sus primeros años con la camiseta albiceleste no fueron sencillos, por las críticas feroces que recibía tras cada partido con el equipo nacional: «No era solo yo quien no estaba a su nivel. Era, en realidad, toda la selección. Pero hemos podido cambiar todo lo que se vivía».
Pese a que tiene contrato con el Barcelona hasta junio de 2018, Messi reiteró que su idea es acabar jugando en su país. «No sé cuándo, pero algún día jugaré en Argentina. Lo que sea. ¿Con 40 años? Como sea», dijo el rosarino, formado en las categorías inferiores de Newell’s Old Boys antes de desplazarse a Barcelona con 12 años.
Interrogado sobre su futuro cuando cuelgue las botas, Messi no descartó convertirse en técnico. «Me preguntaron por si iba a ser entrenador y no me veo. Ahora mismo, no me llama ser técnico, pero nunca se sabe».
Messi no solo habló de fútbol en la entrevista, también lo hizo de su reciente estrenada paternidad y admitió que su hijo Thiago le ha cambiado «más que los Balones de Oro».
«Cambió para todo. Ahora, lo primero es él, después él y, al final, él.
Cambió un montón, cambió para todo. Primero está él y luego todo lo demás. Ahora, cuando miras las cosas, tienes otras perspectivas, otras prioridades», dijo respecto a su hijo, nacido hace cuatro meses.
«Antes llegaba a mi casa y seguía como si continuara estando fuera. O sea, con bronca. Si las cosas no salían bien, me la llevaba conmigo a todos lados. Ahora, no. Antes, me encerraba en mí mismo y no quería escuchar a nadie. Ni escuchar ni ver a nadie. Ahora llego a mi casa, veo a mi hijo y me olvido de todo, se me pasa todo», añadió.