Jugadas de altura fueron la llave del triunfo. Dos de Yangervis Solarte en el tercero, cuando Nick Green parecía decaer. Una, tomando una rolata atravesada de Eduardo Pérez con uno a bordo, y otra levantando un tiro bajo de Noriega y liquidando a Félix Pérez en tercera. Luego, en el quinto, De La Rosa fusiló sin outs a Sandy León en la intermedia. En un partido cerrado todo eso valió oro. Cardenales no podía con el zurdo Tomás Solís y en cuatro tramos solo le pegó dos hits. Pero en el quinto los fundamentos resultados vitales. Thurston pegó candelazo de dos bases a la derecha y De La Rosa arribó a la inicial por error tras sacrificarse. Apareció la carta secreta de los guaros en toda la campaña, Gabriel Noriega, remolcando la primera con petardo a la derecha. Otro toque de Solarte y un sacrifly de Orlando pusieron el 2-0 en la pizarra, activando el cuadro local los mecanismos importantes del juego. De allí en adelante Lara otra vez soltó las amarras. Noriega empujó el respiro 3-1 en el sexto y dos episodios más tarde Valbuena volvió a colocar la guinda con un disparo de 415 pies por el medio, válido por tres carreras para el desahogo. Ese 6-1 era el golpe de nocaut y la eliminación del Zulia.
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En casa todo fue ventura y el registro de 7-1 es la expresión de haber aprovechado el mayor respaldo del público en muchos años. Cardenales con Nick Green jugaba un albur, una carta llena de dudas por la inactividad del norteamericano. El derecho venía como Ken Ray la noche anterior, otra gran sorpresota, pero pistoneó en el tercero cuando fue auxiliado por su cuadro interior, y le conectaron únicamente dos incogibles en cinco y un tercio. A Rómulo Sánchez se le acercó el Zulia 2-1, pero otra vez los guantes aparecieron para salvarlo. Noriega en el sexto decapitó una línea de Mejía con uno a bordo, y Thurston hizo otra gran engarce en el séptimo ante batazo de Romero. El espigado tirador local recitó con su buen control y el par de boletos que otorgó fue con pitcheos cercanos a la zona. No tiene gran velocidad pero sabe trabajar. Su slider, una recta discreta y un cambio efectivo bastaron para disipar todas las interrogantes. Los relevistas zulianos fueron la contraparte y otra vez los pájaros rojos mostraron una ofensiva digna de compararla con cualquiera de las mejores que haya tenido este club.
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Es la hora de la verdad. Cardenales ganó la mitad de sus compromisos en carretera, pero va contra los grandes este fin de semana en un par de choques que despiertan la mayor excitación. Hoy va el debutante Máximo Nelson y el domingo Grifol colocará en el montículo la mejor ficha disponible de acuerdo como se desenvuelva el careo de esta tarde en la capital carabobeña. Más allá de los triunfos está la inspiración de un equipo que dista mucho, por su entrega e intensidad, de los que en años precedentes vio la afición local. “Hay que ganar en carretera” citó el mánager Grifol a los periodistas. En el complicado reducto valenciano y en el bullicioso universitario Lara se labra su destino.
Foto: Archivo