Es incalculable la cantidad de recursos que se le han inyectado a la Plaza Bolívar de Cabudare, entre plantas para el ornamento, sistema de riego, limpieza y sistema de iluminación.
Hasta el presente el Instituto de Servicios Públicos de Palavecino, Iaspmupal, no ha rendido cuentas de la sumatoria de los recursos, a pesar de las solicitudes de dirigentes comunitarios y quien suscribe este reportaje.
No obstante, el estado general de la plaza, desdice de la ingente inversión y el cuido, pues sólo ciertamente dos obreros realizan barrido diario al espacio, pero el mantenimiento integral pasa solamente por efectuar esa acción.
El rigor de la indiferencia
Luis López, residenciado en el centro de Cabudare, condenó el hecho que el ornamento desaparezca paulatinamente por falta de riego.
Hace dos años, subrayó, el señor Ángel Muñoz, para entonces presidente de Iaspmupal, declaró que se habían invertido unos 12 mil bolívares en ornamento y que se construiría un tanque subterráneo para el sistema de riego y mantenimiento general de la plaza.
Quién se hace responsable ahora, del deplorable estado de la plaza y de los recursos despilfarrados por negligencia e indolencia, inquirió.
Exhortó a los líderes de la oposición a revisar con detenimiento los recursos invertidos en la Plaza Bolívar, “porque ya basta que el erario público sea manejado como caja chica de los gobernantes”.
Abandonada a su suerte
Cuatro bancos de la plaza se desplomaron entre marzo y octubre de 2012, por la embestida vandálica de los patineteros, que utilizan la derruida plaza como pista.
El ejemplar pedestal en donde reposa la estatua del Padre de la Patria, de rico mármol negro, luce despedazado desde hace más de tres años. La placa que identifica los días gloriosos de las visitas de Simón Bolívar a tierras palavecinenses, permanece rayada desde hace un buen tiempo.
Noches tenebrosas
Al caer la tarde, la Plaza Bolívar se sepulta en la más profunda de las tinieblas.
-Pasadas las seis, es realmente peligroso acercarse a esta boca de lobo, aseveró López, porque la plaza queda completamente oscura, iluminando sólo los postes de la calle Santa Bárbara y la Avenida Libertador, lo que aprovechan un grupo de travestis que hacen de las suyas en la plaza.
Acotó que el sistema eléctrico fue “medio arreglado” luego de las “tristes” declaraciones del antiguo presidente de Iaspmupal, pero rápidamente los faroles dejaron de iluminar el espacio en recuerdo de El Libertador.
Texto y fotos:
Luis Alberto Perozo Padua