La confesión de dopaje realizada este jueves por la noche por el exciclista Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour de Francia, «es un ejercicio de comunicación milimétrico», consideró este viernes el director de la carrera francesa Christian Prudhomme.
«Necesitamos saber más sobre el sistema de dopaje» organizado en torno a Armstrong, añadió Prudhomme, que se encuentra en York (Inglaterra) para presentar el inicio del Tour-2014.
Armstrong, vencedor del Tour desde 1999 a 2005, aunque el pasado otoño fue desposeído de sus títulos por las sospechas de dopaje, admitió el jueves por la noche en una entrevista televisada que tomó sustancias prohibidas a lo largo de todo este periodo de su carrera.
«Tras años de negaciones, de alguna manera al final ha dicho sí. Pero no sabemos nada del sistema denunciado por el informe de la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) que hablaba de un sistema abrumador. Necesitamos saber más sobre eso, que vayamos al fondo de las cosas de manera que esto no pueda volver a producirse», reiteró Prudhomme.
«Hemos tenido derecho a un ejercicio de comunicación milimétrico con respuestas estudiadas de toda evidencia. Uno no puede doparse como él lo hizo durante años sin cómplices. Nosotros (la organización del Tour de Francia) decimos desde hace tiempo que el corredor no debe ser el único que pague» en los casos de dopaje, añadió.
Interrogado sobre la posibilidad de demandar al exciclista por daños y perjuicios, el director del Tour respondió: «Si él dice ‘sí, me dopé’, deberá entregar el dinero (ganado en las carreras) por sí mismo, me parecería bastante natural. Ese dinero no sería para el organizador, sino para actividades antidopaje o para la formación de jóvenes».
«Ha habido un perjuicio sin lugar a dudas, pero hay que mirar al futuro. Armstrong es claramente el pasado, está eliminado del palmarés. Hay que mirar al futuro, pero hace falta que sepamos más, que diga más», insistió.
Prudhomme también se refirió a la entrevista, que no vio en directo: «Es la cara que siempre hemos visto, podíamos imaginar ver un rostro diferente. El hecho de que la confesión haya sido recortada (el programa estaba grabado), que haya habido una campaña publicitaria fenomenal que, por otro lado, ha funcionado de manera remarcable, es algo verdaderamente estudiado, de toda evidencia, con sus abogados».
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