En El Tocuyo, tanto en las zonas residenciales como comerciales y las industriales, se vive en un ambiente de temor, a veces hasta de terror, por el auge que últimamente ha tomado la delincuencia, manifestada en homicidios, atracos, extorsiones, secuestros, robos de vehículos y tráfico de estupefacientes.
Los y las tocuyanas se sienten desprotegidos por los organismos encargados de brindarles seguridad, los cuales argumentan carecer de suficientes funcionarios y logística para enfrentara las bandas que vienen operando en la otrora pacífica “ciudad madre de Venezuela”.
Cuando ocurre un crimen como el de la universitaria María Gabriela Guillén Lucena (23), a quien asesinaron el sábado delante de su hermanita pequeña para robarle su vehículo, crece la alarma entre la población y se implementan operativos que sólo duran unos días.
En solidaridad con la familia una buena cantidad de comercios cerraron sus puertas poco antes del mediodía de este miércoles, como ya lo hicieron varias veces el año pasado.
En las avenidas Fraternidad y Lisandro Alvarado varios negocios, incluyendo de las colonias china y árabe, permanecieron cerrados durant e algunas horas, aunque otros continuaron sus labores con normalidad, aparentemente por falta de coordinación para la acción de protesta.
“No hay continuidad en los operativos policiales o de la Guardia Nacional que, de paso, muy poco se ven”, dijo Ramón Álvarez, fundador de la Cámara de Comercio de El Tocuyo.
Este viejo comerciante considera necesario implementar operativos de desarme para bajar los índices de criminalidad y patrullajes continuos, sobre todo en horas de la noche que es cuando se producen más hechos de sangre.
Recordó que hace unos tres años se colocaron varias cámaras en diferentes sitios de la ciudad, concretamente en las avenidas Fraternidad, Lisandro Alvarado y Circunvalación, con las cuales se monitorearía el movimiento de personas en los mismos, “pero no sabemos qué pasó con esas cámaras, lo único que se sabe es que nunca las pusieron en funcionamiento”, manifestó.
El señor Álvarez también considera necesario más reuniones entre comerciantes y funcionarios de los organismos de seguridad en aras de poder implementar medidas más efectivas contra la delincuencia.
El alcalde no hace nada
Para el concejal Arthur Goyo, presidente de las comisiones de Servicios Públicos y de los Derechos Humanos del Concejo Municipal de Morán, en lo que está ocurriendo en El Tocuyo tiene alguna responsabilidad el alcalde Fidel Palma pues no ha hecho ninguna gestión para incrementar la presencia policial en la ciudad, permitiendo así las acciones delictivas.
“Aquí ha faltado gerencia municipal porque a cuatro años de existencia de la Policía Nacional al municipio Morán no ha llegado un solo funcionario, lo que indica la falta de enlace entre la alcaldía y quienes dirigen ese organismo de seguridad”, dijo el edil.
Enfatizó en la falta de funcionarios y logística de la Policía de Lara y la Guardia Nacional en El Tocuyo, lo que ha permitido el incremento de la delincuencia en perjuicio de la colectividad que vive en toque de queda diariamente después de las seis de la tarde por temor de uno a ser atracado o asesinadopor tanto malandro suelto por ahí.
Impunidad
El prefecto del municipio, Franklin Navas, responsabiliza en parte al Poder Judicial por la presencia de delincuentes con prontuarios en la capital municipal pues otorgan libertades sin tomar en cuenta la peligrosidad de los beneficiados.
“La policía y la Guardia Nacional están trabajando, pero se sienten decepcionados cuando practican detenciones en flagrancia de individuos con amplios expedientes por diferentes delitos, incluyendo homicidios, y a los pocos días los encuentran caminando por las calles de El Tocuyo o los sorprenden delinquiendo una vez más pues saben que no serán castigados.
Citó los casos de los sujetos apodados “Yobi” y “El Emilio”, incursos en homicidios, quienes han sido detenidos varias veces pero recobran su libertad en pocos días.
Para el prefecto Navas es necesario se pongan en práctica políticas públicas de seguridad a nivel nacional pues se trata de un problema que afecta no sólo a El Tocuyo sino a toda Venezuela.
Insistió en que la impunidad, de la que tendrían cierta responsabilidad los tribunales, incide en el incremento de la delincuencia pues nada hacen con detener a los hampones si salen en libertad en pocos días.
Sin patrullas
El Centro de Coordinación Policial de Morán, en la actualidad a cargo del comisario Miguel Rojas, pese a encargarse de la seguridad en el tercer municipio de Lara en cuanto a población, no ha recibido en mucho tiempo el equipamiento necesario para cumplir a cabalidad con con su cometido.
Son ocho parroquias con cerca de 150 mil habitantes, en su mayoría en la Bolívar, que requieren de suficientes unidades y funcionarios para quepueda brindárseles un patrullaje eficiente, no sólo en el casco comercial sino también en las áreas rurales.
El estacionamiento de la sede está convertido en un inmenso cementerio de chatarra, además de que la mayoría de las unidades más recientes también se encuentran inmovilizadas por fallas mecánicas.
Se argumenta que a nivel del Gobierno Nacional, por razones netamente políticas, desde hace algún tiempo se han venido poniendo trabas a la gobernación larense para renovar sus equipos, móviles y de armamentos.
Fotos. Luis Salazar