Comienza la procesión de Fe por todo lo alto,
se siente el latido de cada fiel en cada paso,
somos devotos de tu mirar hacia el infinito,
somos el Rosario caminante en pos de tus designios.
Es el cántico más sincero de tu Amada tierra larense,
que nos brinda la dicha de mostrar nuestra fibra cristiana,
que trasciende y desborda barreras y fronteras,
más allá de lo humano, más acá de lo divino.
Enaltecemos contigo el mensaje omnipresente,
con la gesta fervorosa de tu pueblo acompasado,
en torno de tu bondad y protección maternal,
rendimos nuestro tributo profundo y callado.
Guíanos hacia el bien a toda hora,
muéstranos el camino hacia tu luz,
realizamos hoy y siempre tu dulce Voluntad,
serenos peregrinos de la esperanza eterna.
Oh bella señora, ante ti nuestras máximas plegarias:
Bendita eres entre todos tus creyentes,
Amor, paz y concordia sean por siempre en toda Venezuela,
en el nombre del Padre… del Hijo… y del Espiritu Santo.