El embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez aseguró que no se arrepiente de la crítica que hizo sobre la situación de Venezuela.
«Sólo voy a decir que estoy muy satisfecho con mi conciencia de lo que hice y no me arrepiento de ello», aseguró en declaraciones telefónicas a una agencia internacional.
«Le guste a quien le guste, el asunto está ya dentro de la OEA, eso fue como una bomba expansiva», añadió Cochez.
Cochez no quiso contestar a la pregunta de si piensa presentar su renuncia, como han pedido algunos políticos panameños, y reiteró que su intención fue llamar la atención a Insulza. «El cuestionamiento que yo le hice al secretario general es un cuestionamiento que le han hecho muchos otros sectores», insistió.
Cochez consideró que Insulza se precipitó respecto a los sucesos en Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez no pudo asumir su cuarto mandato consecutivo por encontrarse convaleciente en Cuba de una cuarta operación de cáncer.
El embajador se refería al comunicado que el titular de la OEA emitió el 10 de enero pasado, en el que indicó que el organismo «respeta cabalmente» la decisión tomada por el Tribunal Superior de Venezuela para postergar indefinidamente la toma de posesión de Chávez, y consideró que ya se ha «resuelto el problema».
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, calificó hoy como «opiniones muy personales» que «no comparte el Estado» las críticas expresadas por Cochez.
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