El embajador de Panamá en la Organización de Estados Americanos, Guillermo Cochez, fue destituido del cargo. El funcionario recibió una comunicación del gobierno panameño informándole de la decisión, con firma del presidente Ricardo Martinelli y del ministro de Relaciones Exteriores, Rómulo Roux.
«Si mi participación en la OEA no era la más adecuada tienen todo el derecho de destituirme (…) Yo me voy con la frente en alto de mi trabajo cumplido, de que he dejado el nombre de Panamá muy en alto», aseguró el embajador Cochez en declaraciones a medios panameños.
El diplomático explicó que abandona el cargo con «honradez», pues se va después de haber «luchado a favor de la democracia».
«Quizá he puesto demasiado el dedo sobre la llaga, en el caso de Venezuela y de (el secretario general de la OEA, José Miguel) Insulza», dijo a la agencia española de noticias EFE.
Cochez protagonizó el miércoles un acalorado debate en la sede de la OEA tras poner en duda la legimidad democrática en Venezuela.
Durante su discurso, Cochez se refirió a la salud del presidente Hugo Chávez y fue severamente criticado por el embajador Roy Chaderton, quien lo calificó de «no ser un caballero, ni político, ni diplomático”.
El mismo miércoles, la cancillería panameña emitió un comunicado en el que expresaba que el gobierno de ese país no había autorizado las declaraciones del embajador.